Partimos por la mitad longitudinalmente la calabaza y la cocemos al vapor durante unos 45 minutos (yo utilice un cocedor eléctrico con varias bandejas, así cocí otros ingredientes para futuras recetas, de esta forma se ahorra tiempo y electricidad).

Una vez la calabaza esté tierna al pincharla con un tenedor, la retiramos y la dejamos enfriar, para trabajar con mayor comodidad.

Se vacía parte de la carne de ambas mitades de calabaza, reservando para otra receta de vuestro gusto la carne de calabaza sobrante (o para hacer una deliciosa mayonesa).

Repartimos las albóndigas y su jugo entre ambas mitades de calabaza.

Cubrimos de queso rallado y horneamos unos 15 minutos, calor abajo, a partir de horno frío, a unos 180º.

Comprobamos su punto de cocción y gratinamos unos 15 minutos para que el queso se tueste.

Aunque la calabaza es dulzona, he optado por no ponerle sal, puesto que los precocinados (las albóndigas de lata), suelen llevar sal y conservantes en exceso.

Servir la mitad de media calabaza por persona, la podéis acompañar de unas deliciosas patatas fritas caseras, las cuales podéis sazonar al servir.