Cena etíope: Doro Wat con Injera

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

Etiopía: cuna de la civilización, y su plato nacional: el doro wat, que en amárico (idioma oficial de Etiopía) es: doro—pollo, y wat—estofado. La cocina etíope tiene orígenes muy antiguos y ha sido influenciada por las tres religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Parece tener una vaga reminiscencia de la cocina india: es sabroso, a menudo muy picante pero centrado principalmente en platos de carne. El consumo de alimentos muy picantes parece ser un código en la cocina etíope y les da a los alimentos un valor terapéutico y simbólico.
Por otro lado, la injera es un pan plano fino (indispensable de la cocina etíope) que se prepara como una especie de crepe. Es una receta muy sencilla, que tradicionalmente se prepara con harina de teff, pero con la harina de trigo, se disfruta igual de ella.
En realidad, nos hemos tomado alguna pequeña libertad, pero como no hacerla sí ha llovido casi todo el día, y el resultado ha seguido siendo: excepcional 😋

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Ingredientes

~2 horas (+24 horas reposo)
6 Comensales
  1. PARA EL DORO WAT:
  2. 6Pechugas Pollo de corral (~1300g)
  3. 5Cebollas (picadas)
  4. 1Limón (zumo)
  5. 1 LataCerveza (si es EG, mejor!)
  6. 4 DientesAjo (sin germen) (prensados)
  7. 6Huevos de corral (duros)
  8. 2Tomates (pelados y cortados en cubitos)
  9. 1 Trozogrande Jengibre (rallado)
  10. 2 CucharadasBerbere
  11. 1 CucharadaMiel casera
  12. 1 LataTomate concentrado (170g)
  13. Aceite de oliva virgen extra
  14. Sal
  15. PARA LA INJERA:
  16. 250 gHarina de trigo
  17. 400 mlAgua tibia
  18. 1/2 CucharaditaBicarbonato
  19. 5 gLevadura
  20. 1/2 CucharaditaSal

Paso a paso

~2 horas (+24 horas reposo)
  1. 1

    —PARA LA INJERA. Mezclamos en un bol: la harina, la sal, la levadura y el bicarbonato, y añadimos poco a poco el agua, sin dejar de remover hasta que sea una mezcla homogénea sin grumos. Tapamos el recipiente con film transparente y la dejamos reposar. (Normalmente la masa del injera debe estar en reposo hasta 72 horas, pero yo la dejé 24 horas, y quedó muy bien).

  2. 2

    Pasado el tiempo, removemos la masa. Y en una sartén —o en una filloeira, como yo he usado— a fuego alto, con un cucharón, vamos vertiendo porciones (como con las filloas o los crepes). Cuando se formen las burbujas, tapamos y dejamos que el pan injera se haga con el vapor durante alrededor de un minuto.

  3. 3

    —PARA EL DORO WAT. En un bol grande, agregamos las piezas de pollo cortadas, media cerveza, una cucharada generosa de sal y el zumo del limón. Mezclamos y reservamos 30 minutos. Transcurrido el tiempo, escurrimos.

  4. 4

    En un wok, doramos el pollo en el aceite durante unos 5 minutos, a fuego fuerte.

  5. 5

    Agregamos las cebollas picadas y salteamos 10 minutos, revolviendo regularmente.

  6. 6

    Agregamos los tomates en cubitos y la pasta de tomate. Cocinamos a fuego lento durante 20 minutos.

  7. 7

    Prensamos los ajos, y rallamos el jengibre.

  8. 8

    Añadimos el jengibre, el ajo, el berbere, el resto de cerveza y la miel. Cocinamos a fuego lento durante 20 minutos.

  9. 9

    Pelemos los huevos duros y les hacemos unos pequeños agujeros en cada lado. Los ponemos en la salsa para que esta penetre por los agujeros. Cocinamos a fuego lento durante otros 10 minutos.

  10. 10

    Emplatamos: ponemos un par de cucharadas de doro wat, un huevo y una tortita de injera.

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Comentarios (16)

Irene-Guirao
Irene-Guirao @irene_guirao
Que pasada de receta Arianne!! Con tu recetario cada vez viajamos a una parte del mundo a conocer gastronomías ¡¡Qué lujo!!

Escrita por

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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