Gnocchi de patata caseros con tomate cherry confitado y pesto de rúcula con nueces

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

(III)
Sin darse cuenta, el día había llegado, de nuevo era 22 de diciembre, de nuevo tenía que ir a por las notas al colegio mientras esos niños cantores repartían dinero por la radio.
Otra vez, hacía frío, pero a diferencia de años anteriores, en esta ocasión, iba sola, su hermana había terminado el colegio, y ya no tenía que hacer cosas de niños, como ella había descrito la noche anterior. Al recordarlo, le dio la risa, y tuvo que rebajar el ritmo de paso que llevaba, cosas de niños murmuró, pues las notas se las había dado a firmar a su padre, como tenía que hacer ella, lo único que las diferenciaba era el día de entrega, se dijo.
Llegó a las puertas del colegio justo a tiempo, su mejor amiga, ya le esperaba en la puerta con su regalo de Navidad, esperaba que fuera un libro de Agatha Christie, aunque dudaba de que le faltara alguno en su colección; ella, por su parte, le había comprado una caja de lápices de colores.
Estaba ilusionada por los siguientes días libres, su padre también los tendría, y no pensaba desaprovecharlos, tenía la intención de preguntarle abiertamente cuál era su superpoder.

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Ingredientes

70 minutos
6 Comensales
  1. Para los gnocchi:
  2. 1 kgPatatas nuevas
  3. 1Nuez moscada (rallada)
  4. 7 cucharadasHarina de trigo
  5. Para el tomate cherry confitado:
  6. 300 gTomates cherry
  7. 4 DientesAjo (sin germen) (laminados)
  8. 3Cayenas
  9. Pimienta negra
  10. Aceite de oliva virgen extra
  11. Sal
  12. Para el pesto de rúcula con nueces:
  13. Rúcula
  14. 12Nueces
  15. 2 DientesAjo (sin germen)
  16. Queso Pecorino
  17. Rúcula
  18. Aceite de oliva virgen extra
  19. Sal

Paso a paso

70 minutos
  1. 1

    PARA LOS GNOCCHI. Pelamos y partimos las patatas y las cocemos, en una olla con abundante agua. Cuando estén listas, escurrimos, y aún calientes, trituramos con la ayuda de un machacador.

  2. 2

    En la mesa de trabajo ligeramente enharinada, ponemos la patata triturada y agregamos la harina poco a poco, y rallamos la nuez moscada. Mezclamos con las manos, hasta obtener una masa homogénea, blanda y algo pegajosa.

  3. 3

    Con las manos enharinadas, dividimos la masa en porciones, y le damos una forma alargada, y con los dedos o con un tenedor, marcamos unas incisiones en la superficie —de este modo, la salsa se fijará y quedarán aún más ricos—. Espolvoreamos harina por encima.

  4. 4

    Los hervimos en abundante agua con sal, introduciéndolos por tandas, cuando el agua hierva, y cuando el gnocchi suba a la superficie los sacamos con ayuda de una espumadera.

  5. 5

    PARA EL TOMATE DULCE. Precalentamos el horno a 220°C, lavamos los cherries y los colocamos en una bandeja apta para horno. Salpimentamos y añadimos un chorro generoso de aceite por toda la superficie. Agregamos el ajo laminado y las cayenas partidas; removemos con las manos y metemos la bandeja 15 minutos, a media altura en el horno.

  6. 6

    Transcurrido el tiempo, sacamos la bandeja del horno, la dejamos enfriar y le quitamos la piel a los cherries. Reservamos.

  7. 7

    PARA EL PESTO DE RÚCULA CON NUECES. En el vaso triturador, ponemos todos los ingredientes, y trituramos hasta obtener la textura deseada.

  8. 8

    Para emplatar: ponemos una base de gnocchi, regamos generosamente con la salsa de tomate y ponemos 3 o 4 cucharaditas de pesto. Decoramos con unas hojas de rúcula.

  9. 9

    A disfrutar!

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Comentarios (13)

Escrita por

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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