Colocaremos la harina en un bol amplio para poder hacer la masa.
Añadiremos la cucharadita de sal y mezclaremos todos.

Haciendo un hueco en mitad de la harina, a modo de cráter de vocán, añadiremos las cucharadas de aceite de oliva y, poco a poco, volcaremos el agua templada con la levadura.

Boleamos la masa, la introducimos de nuevo en el bol y la taparemos con un paño para que repose al menos 45 min o hasta que prácticamente doble su volumen.
Evidentemente mientras más tiempo la dejemos reposar mejor.

Para la salsa de tomate pondremos en una sartén el ajo (con piel) y lo feiremos.

Añadiremos el tomate triturado, la albahaca picada, el orégano, el romero y coceremos a fuego lento.

Iremos removiendo de vez en cuando hasta que la combinación reduzca y adquiera la textura que todos conocemos de salsa para pizza.

Usando un rollo de madera dejaremos la masa tan fina como queramos.

Por todos es sabido el proceso de montar una pizza así que lo describiré de manera muy resumida:
Una vez que la masa esté extendida colocar un poco de salsa de tomate e impregnar toda la superficie. Poner queso por encima: en mi caso he hecho una mezcla de queso Gouda rallado y parmesano y finalmente el resto de ingredientes. En mi caso pechuga de pollo marinada, cebolla picada y aceitunas verdes.

A disfrutar !!!