Preparamos la masa. En la mesa hacemos una corona de harina, (o en un bol grande), en el centro agregamos la margarina troceada, agua y bicarbonato con vinagre, mezclamos bien, hasta obtener una masa lisa y homogénea. Repartimos la masa en 4-6 trozos, de cada trozo hacemos una bola y lo guardamos al frigorífico para reposar unos 30 min.

Una vez pasado este tiempo sacamos una bola de la masa y la estiramos muy fina sobre una mesa enharinada o sobre una hoja de papel para horno (lo recomiendo sobre la hoja). Recortamos con un molde redondo y horneamos en el horno previamente precalentado a 190ºC unos 5 minutos hasta obtener un color dorado claro. Repetimos la operación con todas las bolas de la masa. Obtendremos 4 o 6 finas lonchas de masa. Reservamos.

La masa que hemos recortado, la estiramos y la horneamos. Una vez enfriada la desmigamos y la mezclamos con las nueces troceadas.

Preparamos la crema. Separamos las yemas de las claras. Reservamos las claras en el frigorífico. Mezclamos el azúcar con la harina, y lo agregamos a las yemas batidas y mezclamos bien. Calentamos la leche, sin que llegue a hervir. Mezclamos la leche con las yemas, hasta que desaparezcan los grumos. Ponemos la mezcla a fuego lento, mezclando continuamente hasta espesar la crema. La reservamos.

Batimos la mantequilla blanda, hasta que se vuelva blanquecina y esponjosa. Agregamos la crema fría, que hemos preparado anteriormente y seguimos batiendo hasta unir los ingredientes. En otro cuenco batimos las claras con la vainilla a punto de nieve y las agregamos poco a poco a la crema mezclando con una lengua con movimientos envolventes.

Montamos la tarta. Sobre una fuente ponemos la primera loncha y sobre ella agregamos la crema, cubrimos con la segunda loncha y otra vez la crema, repetimos la operación hasta terminar con todas las lonchas. Ponemos bastante crema.