Cocer 6 huevos 11 minutos. Pelarlos y dejar que se enfríen.

Lavar las espinacas, reservar 40 gramos para el acompañamiento y cocer el resto durante 30 segundos en agua salada.

Escurrirlas en un colador presionando bien y picarlas.

Desmenuzar la ricota con un tenedor. Batir los huevos restantes con una pizca de sal y de pimienta.

Añadir las espinacas, la nuez moscada, la ricotta, la nata, el queso rallado y el aceite, salpimentar y mezclar.

Precalentar el horno a 180º.

Extender la lámina de pasta quebrada en el fondo y las paredes de un molde redondo de bordes acanalados de 18 cm de diámetro y pinchar el fondo varias veces con un tenedor.

Repartir por encima la mitad del relleno preparado y distribuir sobre este los huevos pelados partidos.

Cubrir con el resto del relleno y colocar encima una rejilla hecha con tiras de masa de 2, 5 cm de diámetro.

Batir la yema con 2 c.s. de agua, pincelar las tiras de masa y meter en el horno a 180º entre 25 y 30 minutos.

Retirar del horno, esparcir por encima las semillas de sésamo y dejar enfriar.

Partir en porciones y acompañar con las hojas de espinaca reservadas.