Las judías verdes planas les desechas las puntas y lo cortas en trozos de 3 cm. de largo aprox. (más grandes no), limpias los mejillones, el tomate lo pelas y lo troceas.

El caldo de pescado (tienes una receta mía titulada "caldo de pescado de casa", donde tienes por pasos como elaborarlo) que tenía congelado. Lo descongelas y en un cazo lo pones a calentar, ya caliente, apagar y reservar.

Cacerola ancha adecuada en tamaño a la cantidad de arroz que vayas a poner. Viertes el aceite y una vez caliente, introduces las judías (+sal) las sofríes a fuego medio.

Ya hechas las judías, añades el tomate troceado (+sal), vas removiendo con la espumadera, para que vaya unificando sabores.

Ya integrado el tomate, comprueba que no queda casi aceite, en su caso, retirar y desechar. Un arroz no puede tener exceso de aceite. Es importante que si queda algún trozo de tomate quemado, lo retires también. Añadimos 50 ml. de caldo, para aprovechar los nuevos sabores de este arroz, dejar a fuego lento unos 3 minutos (se habra reducido el caldo)

Poner el arroz, sofreírlo removiéndolo unos segundos (no se trata de dorarlo), igualas el espesor de la capa de arroz.

Añadir el resto de caldo, así como colocas los mejillones, en la posición para que cuando se abran por el calor, quedan abiertos hacia arriba. Probar y rectificar de sal, al ser meloso, encuentra el punto exacto de sal (ni salado ni soso).

Dejar cocer, 5 min. a fuego alto y 12 min. a fuego lento. Te debe quedar una textura de meloso, para ello controla el caldo en los últimos 2 minutos. Dejar reposar unos 5 min.

Emplatar.