Paso a paso
- 1
Montamos los San Jacobos. Ponemos dos lonchas de York y sobre ellas tres lonchas de queso. Si el queso es más grande que el york, se cortan con un cuchillo para igualarlos. Sobre el queso ponemos de nuevo dos lonchas más de York.
- 2
Hacemos lo mismo con el resto de ingredientes y así obtendremos 2 San Jacobos grandes.
- 3
Cortamos cada San Jacobo en 4 partes, aunque los podéis freír enteros.
- 4
Cada pequeño San Jacobo lo pasamos por huevo, pan rallado, huevo otra vez y pan rallado. De esta forma, tendrán un doble empanado que ayudará a que no se salga el queso en la sartén. Es importante impregnar bien cada pieza de huevo, sobretodo por los laterales.
- 5
Ponemos una sartén con aceite de oliva o girasol y cuando esté bien caliente, freímos los San Jacobos añadiendo un poco de sal. Cuando estén un poco dorados, bajamos el fuego para que no se quemen y queden crudos por dentro.
- 6
Cuando estén bien dorados los sacamos, los colocamos sobre un papel absorbente, dejamos reposar y a disfrutar!
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