Sardinas gratinadas al horno

Verificar la frescura de las sardinas en el color que presentan las branquias, la textura de la piel y en la apariencia de los ojos, y obviamente en el olor. Luego de ello, pasarlas por agua, para luego limpiarlas delicadamente. Iniciar separándoles la cabeza del resto del cuerpo, el cual se abrirá de forma manual con ayuda de las manos a manera de libro para eliminar la parte interior. Seguidamente, retirar la espina central tirando desde el inicio de ésta hacia la aleta caudal (cola).

Lavarlas con mucha atención procurando que no se rompan, colocarlas en una coladera y llevarlas al refrigerador. Reservar.

Mezclar en un tazón el queso, el pan y el ajo triturado (recordar de extraer la parte central del mismo), el perejil picado, el aceite de oliva y las hierbas aromáticas. Ésta mezcla no debe quedar demasiado pastosa.

Enmantequillar el pírex a utilizar y colocar una capa de sardinas una al lado de la otra sin sobreponerlas hasta cubrir todo el pírex, agregar una pizca de sal sobre ellas y enseguida, la mezcla preparada anteriormente (todas las sardinas deberán estar cubiertas con ésta mezcla)

Sobre ello colocar nuevamente otra capa de sardinas ordenadas, de nuevo una pizca de sal y enseguida la cubierta de la preparación, para terminar esparcir homogéneamente en toda la fuente los piñoles. Y sobre ello, algunos puntitos de mantequilla.

Precalentar el horno a 200° por 20´ y cocinarlas a la misma temperatura en modalidad dorador hasta que encima se vean homogéneamente doradas (10' max.).
Servir calientes.