Ponemos a remojar los arándanos en agua fría, al menos media hora antes para que estén bien hinchados.

Vamos a ir aprovechando para limpiar el resto de los ingredientes. Pelaremos el ajo tierno (o los secos) y limpiaremos los restos de tierra de los champiñones. Lavamos y dejamos escurrir.

Seguimos con el hojaldre. Desenrollamos la lámina y la dejamos un momentito para que coja elasticidad. Cuando esté manejable, con papel y todo, la colocamos en el molde procurando que nos quede lo más uniforme posible. Pinchamos con un tenedor para que no suba demasiado.

Cuando la tengamos bien colocada, le colocamos unos garbanzos encima para que al hornearla, no suba demasiado. Yo los puse en una bandeja. No es necesaria. Es comodidad. La colocamos en el horno y la horneamos unos 12 minutos.

Buscamos que cueza poquito. Lo imprescindible para que hinchen los bordes. Sacamos los pesos y reservamos dentro de la bandeja. Dejamos templar.

Mientras el hojaldre se hornea vamos preparando el resto de los ingredientes. Escurrimos los arándanos, cortamos en rodajitas el ajo tierno y los champiñones en láminas.

En una sartén, con unas gotas de aceite, salteamos el ajo tierno junto con los champiñones durante unos 5 minutos.

Añadimos las espinacas troceadas, salaremos y dejaremos que pierdan la rigidez.

Unos 12 arándanos bastaran para dar sabor a nuestras verduras. Mezclamos un par de minutos, retiramos y dejamos templar.

En un bol batimos los huevos junto con la leche, la sal y la pimienta. Cuando esté todo bien mezcladito, lo añadimos a las verduras e integramos bien.

Cuando este bien integrado, rellenamos nuestro hojaldre con la mezcla, añadimos el queso de cabra cortado en dados pequeños y horneamos de nuevo a 170º durante unos 40 minutos. Templamos y desmoldamos.

Mientras tanto preparamos la salsa de arándanos. En un cazo ponemos la leche evaporada, le añadimos los arándanos troceados (dejamos unos cuantos para decorar) y dejamos reducir hasta adquirir una consistencia un poco espesa. Salpimentar al gusto.

Ya solo queda emplatar y desearos un buen provecho.