Hemos troceado el conejo y ahora nos dedicamos a separar la carne del hueso.

Ya nos dedicamos a cortar la cebolleta y la zanahoria en trozos pequeños, el sofrito es casero y lo tenía en conserva, ya preparados todos los ingredientes nos dedicamos a hacer el plato.

Comenzamos por saltear el conejo, nos ayudará el brandy a que se dore, nos conviene sellarlo exteriormente por lo que no es recomendable echar sal, si así la canela, una vez conseguido lo sacamos y reservamos en caliente.

En el mismo aceite pochamos la cebolla, la salpimentamos y permitimos que se vaya haciendo a fuego medio.

Cuando coja color, añadimos la zanahoria, rectificamos de sal y dejamos que se haga y quede blanda, como la hemos cortado en trozos pequeños se nos hará rápido.

Una vez comprobado que está blanda echamos entonces el sofrito y el orégano, mezclamos todo hasta que coja temperatura, será el momento de regar con el vino y dejamos que evapore el alcohol, 5 minutos más o menos, si deseamos triturar el sofrito es el momento.

Incorporamos el arroz, lo removemos unos 3 o 4 minutos debe sellarse por fuera, ya podemos acompañarlo del conejo.

En éste caso he optado por no poner caldo sino agua, quedó bien; vamos añadiendo en pequeñas cantidades y removemos hasta que el arroz se la beba e iremos repitiendo la operación hasta que el grano quede blando.

Llegado a éste punto echamos el queso que previamente hemos rallado, veremos que se torna meloso.

Para completar el plato y esto es particular yo suelo echar un poco de mantequilla, la integro en el arroz y ya podemos servir.