Editar receta
Ver informe
Compartir

Ingredientes

20 minutos
6 raciones
  1. 1morcilla (que no sea de arroz)
  2. 2 cucharadascebolla caramelizada
  3. brickMasa
  4. 1 cucharadamantequilla

Paso a paso

20 minutos
  1. 1

    En este caso he echado mano a un bote de cebolla caramelizada ya comprada, pero se puede hacer perfectamente en casa. Para ello sólo hay que tener paciencia. Pondremos cebolla cortada muy menuda en un cazo a fuego medio con agua y un poco de azúcar. Dejaremos que se haga poco a poco removiendo de vez en cuando para evitar que se queme. Puede llevar un par de horas hacerla, pero está muy buena y sirve de base para realizar muchos canapés. Con paté queda deliciosa. Volvamos a lo nuestro. He puesto en el cazo la cebolla caramelizada con la morcilla y lo voy a poner a fuego suave un ratito, simplemente para que se aúnen los sabores.

  2. 2

    Derretimos la mantequilla y pintamos cada lámina de brick. Cortamos la lámina de masa brick en dos o en cuatro trozos, según el tamaño que le queramos dar a nuestros triángulos. Aunque quien dice triángulos dice cilindros. No nos vamos a poner muy exigentes con las formas. Ponemos en el medio una cucharita de la preparación anterior (si ponemos más se nos va a hacer muy fuerte) y doblamos la masa como consideremos oportuno.

  3. 3

    Encendemos el horno a 180 ºC y, una vez que esté caliente, metemos los triángulos. Cuidado, se hace en seguida, en unos cinco minutos por cada lado. Retiramos y servimos caliente. Buen provecho

Reacciones

Editar receta
Ver informe
Compartir

Cooksnaps

¿Cómo te salió? Recomienda esta receta mandando tu Cooksnap

Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Comentarios

Escrita por

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
Leer más

Recetas similares