Lo primero que haremos será lavar y secar bien nuestras verduras para que al freír no nos salpique o exploten en contacto con el aceite caliente.

Una vez este este paso dado, cortamos las verduras de manera que al freír no tarden mucho en cocinarse, así que no muy gruesas, para que se cocinen mejor.

Como vamos a freír todo al momento, no es necesario poner las berenjenas en agua y sal para que suelten el amargor, simplemente las salpimentarlos y dejamos todas nuestras verduras cortadas, en un escurridor por si sueltan el agua propia, mientras preparamos la tempura.

En un bol amplio, ponemos la harina, esto lo haremos a ojo, obviamente no ponemos un kilo de harina, por que nos saldría tempura para un vecindario entero, pero siempre unos 200/250 gr aprox. para una tempura normal, lo bueno de esto es que si nos falta, podemos hacer más en un momento y si nos sobra la podemos meter al frigo y usar al día siguiente, eso si, lo que es la tempura, no con las verduras ya mojadas.

Una vez puesta la harina(que nos desviamos) 😅 vamos añadiendo muy poco a poco el agua bien fresquita, y así nos saldrán súper crujientes la capa que las envuelve. Vamos mezclando con la ayuda de una varilla hasta que tengamos una masa sólida y no muy espesa.

En una sartén ponemos aceite (yo prefiero de girasol para este tipo de frituras) y lo ponemos a una temperatura media alta, el siguiente paso, será ir mojando nuestras verduras de una en una en la mezcla y con cuidado a freír. Cuando estén doraditas, las sacamos y ponemos en papel absorbente para el exceso de aceite.

Emplatamos, y las rociamos con un buen chorro de miel de caña, el sabor es una maravilla, probadlas y ya me contaréis ! 😉😉