Bizcocho japonés Kasutera

Forrar un molde pequeño o rectangular con papel de hornear y engrasar ligeramente con aceite de girasol. Precalentar el horno a 160°.

Ponemos la mariposa a la tmx. Separar las claras de las yemas. Las claras las añadiremos al vaso y programamos 6 min, vel 3-4 (1 min por cada clara). Tenemos que alcanzar la fase "puntas blandas”, una espuma blanca de burbujas pequeñas que forma puntas que se doblan. Esto ocurrirá cuando queden 2 o 3 min. En este momento, añadir poco a poco el azúcar mientras seguimos batiendo hasta alcanzar la fase" puntas rígidas”, es decir, se forman picos que no se doblan. No llegamos al punto de nieve.

La espuma formada está suave y cremosa, aún no tan densa como montada a punto de nieve. Este es el punto que necesitamos. Hacia el final, bajamos otra vez la velocidad (vel 2) para que no se formen burbujas grandes, ya que podrían provocar el colapso del bizcocho en el horno.

Con la tmx en marcha, sin programar tiempo, a velocidad 3, añadimos una a una las yemas, hasta que se integren bien.

Luego, añadimos la miel poco a poco. Y a continuación, la harina, la añadiremos en dos tandas, primero una mitad tamizada y luego la otra. Añadimos la leche poco a poco y removemos a velocidad cuchara durante 30 segundos.

Cuando ya no haya leche en la superficie, golpear el cuenco contra la encimera para ayudar a que las burbujas grandes que pueda haber suban a la superficie y se rompan.

Verter muy lentamente la masa en el molde forrado desde unos 30 cm de altura. Las burbujas que puedan quedar se irán rompiendo en la superficie a medida que la masa fluya y caiga en el molde. Golpear el molde 3 o 4 veces sobre la encimera por si queda alguna burbuja.

Hornear en el horno a 160 ºC hasta que la corteza esté tostada, unos 35 minutos. Comprobar con un palillo a los 30 min. Retirar el molde del horno y dejarlo caer desde unos 30 centímetros dos o tres veces, esto evitará que se desinfle al enfriar.

Pasado un rato aparecerán pequeñas arrugas en la superficie, dar la vuelta al molde, apoyar la cara superior del bizcocho medio minuto sobre ella y volver a ponerlo del derecho, esto hará que la superficie se mantenga más lisa.