Lubina al horno con patatas

En un bol (nunca de plástico) añadimos el perejil, la cabeza de ajos picada, la pastilla de caldo, la cayena y un trozo de mantequilla.

En una sartén con un dedo de aceite, rehogamos la cebolla dejándola “a medio hacer”. Después hacemos la patata en tandas, dejándolas siempre en una sola capa, y solo dorándolas por fuera. Incorporamos la cebolla en una fuente de horno grande y encima una cama con las patatas. Salamos por encima un poco.

El sobrante de aceite de haber hecho la cebolla y las patatas, lo incorporamos muy caliente a la picada de perejil y ajo que habíamos hecho. Mucho cuidado en este paso, porque el aceite caliente tenderá a burbujear al añadirlo. Movemos con una cuchara. Atención al olor que desprende esta picada (😍)

Incorporamos las lubinas a la fuente encima de las patatas y rociamos con el vino blanco, intentando que se adentre bien por dentro de la lubinas.

Añadimos nuestra picada a las lubinas por encima y provocando que caiga también por las patatas, por dentro de la lubina... que todo coja ese sabor increíble. Yo suelo quitar la cayena antes, pero puedes dejarla con cuidado de que no le caiga a nadie en su plato...