En una cazuela amplia comenzamos sofriendo la cebolla y el ajo troceados, cuando comience a transparentar añadimos la zanahoria rallada, la hoja de laurel, el pimiento rojo cortado pequeño y el chorizo en trocitos, que se rehogue muy bien el conjunto a fuego medio, subimos un poco el fuego y añadimos la carne picada, salpimentamos y dejamos que cambie de color.

En ese momento añadimos el vasito de vino, que reduzca muy bien para que evapore el alcohol.

Echamos en la cazuela el tomate triturado o troceado y dejamos sofreír a fuego lento por unos 45-60 minutos vigilando que tiene tendencia a agarrarse en el fondo, si fuera necesario añadimos un chorrete de agua, probamos de sal y si lo necesita añadimos un poco de pastilla de concentrado de carne. Rectificamos la acidez del tomate con un poco de azúcar. Retiramos la hoja de laurel.

Cocemos las placas de lasaña el tiempo que indique el fabricante, en una cazuela grande con abundante agua con un puñadito de sal y un chorro de aceite, aporta sabor y evita que se peguen las placas entre sí. La ebullición tiene que ser a fuego moderado y removiendo con cuchara de madera para evitar que se peguen las placas. Refrescamos con agua fría y extendemos sobre un paño limpio para quitar el agua.

Hacemos la bechamel en un cazo amplio, ponemos en el fondo la grasa que hayamos elegido, aceite, mantequilla o mezcla de las dos.

Rehogamos la harina durante unos dos minutos a fuego bajo, no nos interesa que se tueste, sólo que se cocine un poco y pierda el sabor a harina cruda, añadimos la leche que habremos calentando en el microondas para evitar que nos salgan grumos, pimienta, nuez moscada y la media pastilla de caldo de carne, cocemos a fuego muy bajo durante unos diez minutos removiendo constantemente con las varillas de mano, cuanto más removamos más suave nos quedará.

Montamos la lasaña, ponemos en el fondo de la bandeja unas tres cucharadas de bechamel para que no se pegue; A continuación capa de placas, salsa boloñesa, unas cucharadas de bechamel y un poco de queso rallado tipo mozzarella o alguno que funda bien, repetimos la operación hasta terminar con la pasta y la boloñesa, terminando con placas de lasaña, bechamel y queso tipo manchego o parmesano para gratinar.