En primer lugar trocea las verduras para tenerlas preparadas, pues es lo más tedioso de la receta. Corta el pimiento rojo y la zanahoria en taquitos más o menos gruesos y apartalos en un bol. En otro bol, prepara el ajo y la cebolla bien picados.

Si el pollo lo compras en la carnicería es conveniente que le pidas al carnicero que te lo prepare ya troceado, en mi caso, compro un pollo entero en el súper, y me toca a mi mismo cortarlo. No te olvides de quitarle la piel.

En el aceite (con restos de harina o maicena) que se ha quedado al freír el pollo en la olla vierte primero la cebolla y el ajo troceado. Déjalos ahí a fuego medio alto, mientras lo remueves todo, hasta que veas que la cebolla ha cogido color y consistencia.

Vierte a la mezcla la zanahoria y el pimiento rojo, salpimenta al gusto y remueve a fuego medio alto unos 15 minutos, hasta que la zanahoria esté relativamente blanda. Opcional: si ves que el aceite no ha sido suficiente, vierte un chorro de vino blanco de cocina. El sabor de la verdura lo va a agradecer.

Pasados esos 15 minutos, deposita el pollo previamente reservado en la olla, remueve para que se mezcle todo bien y vierte la cerveza negra en la olla. Importante: si la cerveza no cubre por completo todo el contenido, vierte vasos de agua hasta que lo cubra por completo. Deja el pollo y la verdura hacerse aproximadamente entre 30-45 min a fuego medio-alto, removiendo el contenido de vez en cuando para evitar que se pueda pegar la verdura al fondo de la olla.

Es conveniente probar de vez en cuando el caldo para saber si le hace falta una pizca más de sal o de pimienta, como hacen los verdaderos chefs ;) Pasado esos 30-45 minutos, el pollo estará listo. Emplate a su gusto. Puede ser acompañado con un poco de arroz blanco. ¡Que aproveche!