Crema de limón

En un bol preferiblemente metálico mezclamos bien los huevos, la yema, el azúcar y el zumo de limón. Ponemos el bol al baño María y removemos continuamente para que se disuelva bien el azúcar y con tiempo se espese.

Mientras se espesa, ponemos la hoja de gelatina a hidratar. Cuando la crema se espese, la añadimos y removemos bien para que se integre. Y después la mantequilla a daditos y removemos para que se integre muy bien. Filmamos a contacto y cuando se entibie enfriamos en la nevera unas horas.

Merengue italiano

En una amasadora con varilllas batimos a punto de nieve las claras con los 40 gr de azúcar.

Mientras hacemos un almíbar con el agua y el resto de azúcar. Aquí nos vendrá bien tener un termómetro de cocina. Cuando esté a 120° retiramos el cazo del fuego y vamos añadiendo el almíbar en forma de hilo a las claras montadas sin dejar de batir suavemente. Seguimos batiendo aún cuando se acabe el almíbar hasta que el merengue no esté caliente. Quedará muy blanco y firme. Lo reservamos en manga pastelera con boquilla en la nevera.

Placa de bracito

Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y dupliquen el tamaño.

Añadimos el chorrito de aroma de vainilla. Luego agregaremos la mezcla de harina y levadura tamizada en tandas pero esto ya lo mezclaremos con espátula para evitar que se baje la mezcla.

Tendremos el horno precalentado a 190° y una bandeja de horno con papel vegetal untado con mantequilla.

Ponemos la mezcla en la bandeja y repartimos comprobando que tenga el mismo grosor por toda la superficie.

Horneamos unos 10 minutos hasta que esté un poco doradita.

Lo sacamos y lo ponemos en otro papel vegetal húmedo. Ponemos un poco de agua mezclada con azúcar con ayuda de un pincel por toda la superficie mientras esté aún caliente. Lo enrollamos ayudándonos del papel vegetal. Lo dejamos así prensado hasta que se enfríe bien.

Cuando este frío, desenrollamos y ponemos crema de limón por toda la superficie dejando 1 cm en el borde. Enrollamos de nuevo. Tapamos con el papel vegetal prensando un poco y guardamos en la nevera 1 hora mínimo o hasta la hora de servir.

Para servir, espolvoreamos azúcar glass y ponemos por encima el merengue según la decoración que queramos. Con ayuda de un soplete quemamos un poco para que quede más bonito. Yo decoré con moras pero podemos ponerle lo que más os guste.