Roscones abizcochados de limón con un ligero toque de vainilla

En primer lugar, lavamos bien el limón, lo secamos bien con papel absorbente y luego lo rallamos ligeramente, solo la superficie de la piel amarilla sin rozar la blnca y reservamos.

A continuación, pesamos los 500 gr de harina y en el mismo recipiente del peso, le añadimos también una de las dos cucharaditas de azúcar avainillado, mezclamos bien con una cuchara y reservamos.

En un bol, añadimos los cuatro huevos y la última cucharadita de azúcar avainillado.

Seguidamente, añadimos las seis cucharadas soperas de azúcar.

Seguidamente, metemos la varilla eléctrica y mezclamos hasta que espumee.

A continuación, le añadimos la cucharadita de anís en granos y la ralladura del limón.

Seguidamente, metemos de nuevo la varilla eléctrica y mezclamos de nuevo hasta que espumee de nuevo.

A continuación, le añadimos el zumo de limón y las cinco cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.

Seguidamente, le metemos de nuevo la varilla eléctrica y mezclamos bien hasta que quede todo bien ligado.

Una vez que tengamos todo bien ligado.

A continuación, cogemos una cuchara y le añadimos seis cucharadas harina sin necesidad de tamizarla.

Volvemos a meter la varilla eléctrica y mezclamos bien hasta que se integren las seis cucharadas.

Una vez que la tengamos integrada, le añadimos otras seis cucharadas y hacemos lo mismo que con la anterior.

Una vez que la tengamos integrada, veremos que estás seis últimas cucharadas nos ha acostado más trabajo integrarla con la vainilla eléctrica y por eso esta vez.

Le vamos a añadir toda la harina restante de golpe.

A continuación, cogemos una lengua y comenzamos a mezclar hasta que nos deje la masa.

Cuando veamos que ya nos cuesta trabajar la masa en el bol.

Espolvoreamos ligeramente la encimera con harina y volcamos la la masa en la encimera. Seguidamente, nos envadurnamos las manos con un poco de harina y comenzamos a amasar suavemente hasta conseguir hacer una bola un poco pegajosa pero que se puede manejar con las manos sin que se quede plegada a nuestros dedos.

Seguidamente, cogemos un bol, lo Untamos con un par de gotas de aceite sin pasarnos porque no nos interesa que la masa se impregne de aceite

A continuación, ponemos la masa y tapamos el bol con film y dejamos enfriar en el frigorífico durante dos horas.

Pasadas las dos horas, sacamos la masa del frigorífico y dejamos atemperar unos cinco minutos.

Pasados los cinco minutos, nos Untamos las manos con unas gotas de aceite, cogemos un poco de masa y formamos unas bolitas del tamaño que se puede observar en mí mano.

Conforme las vamos haciendo las vamos dejando en una bandeja.

Una vez que las tengamos todas formadas.

A continuación, ponemos una sartén grande en el fuego, le añadimos aceite de girasol el suficiente para que pueda cubrir tres cuartas partes de los super roscones y dejamos calentar un poquito antes de que comience a humear y luego bajamos el fuego a fuego medio.

Mientras tanto, cogemos una bolita y con el dedo, le hacemos un agujero en el centro y le damos forma redonda y hacemos lo mismo con el resto.

Cogemos un plato y le añadimos los 150 gr de azúcar Blanca, las dos cucharaditas de Canela y mezclamos con los dedos y reservamos.

Una vez que se haya calentado el aceite y le hayamos bajado el fuego a fuego medio, lo volvemos a bajar a fuego bajo y comenzamos a freír nuestros roscones de cinco en cinco y lo haremos durante cinco minutos y de vez en cuando le vamos dando la vuelta para que se hagan uniformemente. Los que tengamos ya fritos, los vamos dejando en una fuente sobre papel absorbente.

Una vez que los tengamos ya fritos, los rebozamos en el azúcar y Canela y listo..