En una cazuela amplia, ponemos a pochar la cebolla picadita con el ajo en polvo con 3 c.s. de aceite a fuego suave y tapado.

Mientras, ponemos en una sartén bastante aceite de oliva a calentar.

Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas gruesas de unos 2cm de grosor. Es importante que todas las rodajas tengan el mismo grosor para que se cuezan por igual.

Las enharinamos ligeramente pero bien por todos los lados y pasamos por huevo batido.

Las freímos en la sartén con el aceite bien caliente brevemente, hasta que se dore el huevo.

Como el aceite después no noa servirá porque se habrá casi quemado, lo que yo hago es utilizar una sartén pequeña y freír las patatas por tandas.

Importante: solo rebozar (pasar por harina y huevo) las rodajas en el momento de meterlas en la sartén a freír.

El tiempo de dorado es breve, menos de 1 minuto por cada lado. Las vamos reservando en papel absorbente.

Una vez la cebolla de la cazuela esté bien pochadita, añadimos el vino y dejamos evaporar el alcohol.

Agregamos 1 c.p. de la harina utilizada para rebozar las patatas, removemos para integrar bien y agregamos el fondo de ave. Mezclamos hasta formar una salsita espesita.

Cuando empiece a hervir añadimos el chorizo y dejamos cocer unos 2 o 3 minutos. Comprobamos de sal y añadimos si fuera necesario.

Bajamos el fuego y tapamos. Dejamos cocer suavemente. Ahora es importante ir controlando el nivel de líquido: debe ser suficientemente líquido para que permita cocer las patatas (estarán crudas porque solo hemos frito el exterior rebozado) pero lo suficientemente espeso para que sea una salsa, no una sopa. Si es necesario añadimos un poco más de fondo o agua.

También es importante no tocar las patatas mucho. Para moverlas lo hacemos moviendo la cazuela con las asas. Es importante moverla porque con la salsa con harina tiende a pegarse.

Dejamos cocer unos 25 minutos aproximadamente. A media cocción, con mucho cuidado y ayudándonos de dos cucharas, les damos la vuelta a cada patata.

Cuando falten unos 3 o 4 minutos para que estén tiernas (vamos comproándolo con una puntilla) añadimos el perejil picado.

Sacamos del fuego y dejamos reposar unos 5 o 10 minutos y a la hora de servir espolvoreamos con pimienta negra.