En un wok ponemos la cebolla congelada y las espinacas, junto con un chorrito de aceite, un toque de sal y una tacita de agua (tamaño tacita de café). Encendemos el fuego medio-alto, removemos y tapamos para que vaya descongelándose y cociéndose.

Preparamos los tacos de queso fresco! Yo corto mi cubo en láminas y las pongo sobre un papel de cocina para secarlas. Las aprieto también suavemente por encima con otro papel, para empapar el agua sobrante. Después de este proceso cortamos en cubos y reservamos.

Cuando el agua hierva añadimos la pasta, que estará cociéndose el tiempo que os indique vuestro paquete (en mi caso 8-10 minutos). A continuación añadimos a la mezcla de espinacas una cucharada de salsa pesto para darle un extra de sabor! Yo hoy tenía este pesto rosso, que es con sabor a tomate, pero podéis usar pesto tradicional o cualquier otra salsa similar que os guste.

Bajamos el fuego de las espinacas a fuego lento mientras se hierve la pasta, probamos y corregimos de sal. Y junto con el pesto añadimos también otro poquito de agua si vemos que la mezcla se está pegando a la sartén.

Cuando la pasta esté cocida, la retiramos del agua y la pasamos a la mezcla de espinacas. Removemos para integrar.

A continuación añadimos los tacos de pasta fresca, reservando unos pocos para poner por encima del plato. De nuevo removemos para integrar.

Y servimos! Colocaremos los cubitos que hemos reservado por encima para que quede más bonito, y a disfrutar de un platazo de pasta súper sabroso y un poco más ligero de lo habitual😁👍🏾