Bollos de leche rellenos de mousse de chocolate

Empezamos con la mousse de chocolate. Para ello hay que semimontar las claras, añadir el azúcar poco a poco e ir batiendo con las varillas. 

Una vez puesto todo el azúcar, echar el cacao y batir bien hasta que se integren todos los ingredientes y quede una crema suave.

Ya tenemos preparada la mousse para rellenar los bollos.

Ahora vamos con los bollos. Disolvemos la levadura en  un poco de leche templada. Mezclamos con el resto de la leche y ponemos en la cubeta de la amasadora. Echamos todos los ingredientes en el orden mencionado excepto la sal y la crema de chocolate.

Programamos la amasadora para que empiece a amasar en velocidad 2 durante 4 minutos. Paramos y añadimos la sal. Volvemos a programar y dejamos que amase durante 10 minutos. 

Ponemos la masa en un bol amplio y cubrimos con un paño. 

Dejamos levar en un lugar templado y lejos de corrientes de aire durante hora y media o hasta que doble su volumen.

Pasado el tiempo de levado, cortamos la masa en 8 porciones iguales (más o menos).

Estiramos cada porción hasta obtener un rectángulo de unos 10 cm de ancho. Lo untamos con la mousse de chocolate.

Luego enrollamos sobre sí mismo la mitad de cada rectángulo hasta obtener una forma como de sobre, aunque también podemos enrollarlo como un puro.

Vamos colocando los bollos sobre la bandeja en que vayamos a hornearlos, previamente forrada con papel vegetal y cuidando dejar espacio entre ellos pues volverán a aumentar su volumen.

Precalentamos el horno a 175º. Pincelamos la superficie del pan con huevo batido y metemos en el horno. Pasados 15 minutos lo cubrimos con papel de aluminio para evitar que se tueste demasiado y dejamos otros 20 minutos más.

Sacamos y colocamos los bollos sobre una rejilla lejos de corrientes de aire.

Y finalmente llega el momento clave. Ya lo imagináis.