Lubina al cava

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Santiago de Compostela

Cava y lubina. ¿Qué mejor combinación para un menú de fiesta?

Que ya sé que es complicado esto de hacer pescado para fiesta. Que quede en el punto justo es muy difícil, y si somos muchos, aún más.

Por eso es bueno echar mano a este tipo de recetas, en las que puedes dejar todo preparado, con la salvedad de un último toque en el horno. Para que esté en el momento justo.

Hasta se puede dejar preparada la salsa por la mañana para estas cenas de fiesta. En el último momento, es sólo echar la salsa en la fuente con la lubina y llevar al horno.

Para que no digáis que no os doy soluciones.

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Ingredientes

  1. 1lubina de un kilo y medio cortada a lo largo en forma de libro (la cabeza y la espina central también nos interesa)
  2. 4Gambas o carabineros
  3. 100 grsnata
  4. 4patatas
  5. 1puerro
  6. 1/2 botellacava
  7. La misma cantidad de agua
  8. Aceite de oliva
  9. Sal
  10. Azafrán

Paso a paso

  1. 1

    Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en rodajas gruesas.

  2. 2

    Las ponemos a cocer en una cacerola con suficiente agua y sal.

    En 20 minutos las tendremos listas.

  3. 3

    Limpiamos y picamos muy menudo el puerro.

  4. 4

    En una cacerola (podemos aprovechar la de las patatas, siempre y cuando las hayamos retirado y reservado), pondremos una base de aceite de oliva y, a fuego medio, pondremos a pochar el puerro.

  5. 5

    Cuando esté blando, añadimos las gambas o carabineros, así como las cabezas y la espina de la lubina.

    Añadimos también el cava y el agua y pondremos a fuego fuerte durante unos cinco minutos desde que rompa a hervir.

    Retiramos las gambas y las reservaremos hasta que enfríen.

  6. 6

    De la salsa anterior, retiraremos a un pequeño cazo un par de vasos, mejor colados. Reservamos.

    Cortamos la lubina en toros y la salpimentamos por ambos lados.

  7. 7

    En una fuente para horno, pondremos la lubina con la piel hacia abajo y la rodearemos con las patatas.

    Añadimos el agua de la cocción (no la que hemos reservado en el cazo pequeño).

  8. 8

    Meteremos la lubina en el horno precalentado a 200 ºC durante unos quince minutos.

  9. 9

    Mientras se hace la lubina, preparamos la salsa.

    Para ello echaremos la nata y el azafrán en el líquido que habremos reservado y ponemos a fuego medio removiendo sin cesar.

  10. 10

    Una vez que está la lubina, se retira de la fuente y se sirve bañada con un poco de la salsa que hemos preparado con la nata y con una de las gambas que habremos pelado.

    Se acompaña, a su vez, con patata cocida.

    Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

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lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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