Tacos de pechuga de pollo al curry hingú con almejas japonesas

En primer lugar, enjuagamos bien las almejas, las dejamos en agua y reservamos en el frigorífico.

A continuación, enjuagamos la pechuga, la secamos con papel absorbente y la ponemos en la tabla de cortar.

Seguidamente, la cortamos en tiras largas y gruesas y luego en tacos grandes y dejamos en un bol.

Seguidamente, le añadimos la pimienta negra molida y la sal.

A continuación, le añadimos el cominos molido y el curry amarillo hingú. Este no es el curry amarillo que se vende en los súper, este es de la India y comprado allí en un puesto a granel.

Mezclamos bien y guardamos en el frigorífico.

A continuación, ponemos una cazuela baja en el fuego con las cinco cucharadas de aceite y cuando este caliente, añadimos la cebolla picada muy fina, la zanahoria picada muy fina y el trocito de jengibre fresco picado de igual manera.

Removemos y dejamos sofreír durante cinco minutos a fuego muy bajo y removiendo de vez en cuando.

Pasados los cinco minutos, le rallamos el tomate en la misma cazuela sin retirar del fuego.

Pasados los cinco minutos, le añadimos la cucharilla de harina y la cocinamos bien durante un par de minutos sin dejar de remover y a continuación, le añadimos el caldo de pollo natural casero. Volvemos a remover bien para que la harina que le hemos puesto, se comvierta en una salsa muy cremosa.

Pasados el par de minutos, le añadimos los tacos de pechuga de pollo y un poco más de sal por si fuera necesario.

Removemos durante un par de minutos para que los trozos de pechuga, no se agarren al fondo de la cazuela.

Tapamos y dejamos cocinar durante tres minutos, sin perder de ojo para que no se nos pegue.

Pasados los tres minutos, destapamos y removemos bien para arrancar la salsa que se haya podido quedar en el fondo. Cuando cocinamos con harina, tiende a sentarse en el fondo y si no estamos atentos, se puede pegar con mucha facilidad y se nos estropearia el guiso.

A continuación, le añadimos el caldo de pescado y volvemos A remover.

Tapamos y dejamos cocinar durante quince minutos a fuego muy bajo y de vez en cuando, destapamos, removemos y volvemos a tapar.

Pasados los quince minutos, testapamo y comprobamos si la salsa esta en su puesto y si es así.

Le añadimos las veinte almejas y ni una más. No debemos de añadir más almejas, porque las almejas tienen mucho sabor y le quitaría protagonismo al pollo. Como podéis observar, yo he puesto más caldo de pollo y más pollo que almejas, para buscar un equilibrio entre ambos ingredientes y así está bien proporcionada la receta.

Removemos unos segundos para que se esparzan por la cazuela.

Tapamos y dejamos que se abran todas las almejas y una vez abiertas, retiramos inmediatamente del fuego y listo.

Este es el resultado final.