Hacemos una bola y la dividimos en dos mitades idénticas. Cortamos dos trozos de film y envolvemos las dos mitades de masa redondeadas y chafadas un poco. Metemos en el frigorífico 15 min mientras preparamos el resto de ingredientes.

Pelamos las peras, las cortamos por la mitad y eliminamos las semillas. Las mitades las volvemos a cortar y a continuación empezamos cortando láminas finas y homogéneas.

En un bol aparte, mezclamos el azúcar con en huevo y batiremos a máxima potencia hasta que se forme una crema espumosa. Con Thermomix: 5 minutos, vel 3-4. Añadimos la mantequilla derretida y lo mezclamos todo muy bien durante un minuto. Reposamos la mezcla. No os alarmeis, sale muy poquita mezcla pero nos sobra con eso.

Es hora de preparar la base. Sacamos las dos masas del frigorífico, enharinamos bien la mesa de trabajo, colocamos una masa sin film y echamos un poco de harina encima. Estiramos la masa con ayuda de un rodillo de madera, la forma que le daremos será la de nuestro molde. Lo ideal es uno redondo de aprox 21 cm. El groso de la masa debe de ser de máximo 1 cm. En el molde, podemos colocar papel vegetal y echarle un poco de harina.

Cuando tengamos las peras, añadiremos la mitad de la mezcla por toda la tarta (se quedará como si rociaramos con un poco de aceite).

Preparamos la otra masa: al igual que la otra, la estiramos sobrea mesa de trabajo enharinada y con el rodillo. Cuando la tengamos, con un cortador, vamos haciendo tiras de 1 cm de ancho y las vamos colocando encima de la tarta, empezando por el centro que será la tira más larga. Es posible que nos pueda sobrar al colocar encima, no pasa nada, cortamos el sobrante y añadimos a la masa de nuevo. Los bordes de las tiras los unimos con los bordes de la base y doblamos el sobrante.