Aunque, por el trabajo que cuesta cocer unas judías verdes, las prefiero comprar frescas, pero en esta ocasión he optado por consumir una lata que tenía perdida en la cocina, intentando esconder el sabor de judías de lata, la mejor solución que se me ha ocurrido ha sido unirlas a sabores fuertes como la morcilla y el chorizo, decorando con un huevo frito, para mojar sopitas.

Escurrimos las judías en un escurre verduras y las lavamos bajo el grifo.

Aceitamos dos cazuelitas de barro y repartimos las judías entre ambas.

Colocamos a cada lado de las judías un chorizo y una morcilla.

Sazonamos ligeramente, tanto el chorizo, la morcilla, las judías, aunque los tres ingredientes ya llevan sal.

Horneamos a partir de horno frío unos 20 minutos a 180º calor arriba y abajo.

Antes de servir freír los huevos en una sartén y colocarlos sobre las judías.

Nota: los huevos se pueden colocar crudos sobre las judías, antes de meterlas en el horno, pero prefiero el sabor del huevo frito que el de horneado, además, en el horno es difícil obtener el punto de la yema para poder mojar sopitas en ella.