Albóndigas en salsa

Primero prepararemos la carne picada el día de antes echandola en un bol y preparándola como se detalla en el siguiente paso.

Se pelan y pican 3 dientes de ajo y se machacan junto con un poco de perejil fresco.

Se echa en la carne picada los huevos, el machado de ajo y perejil, el pan rallado y se mezcla bien. Una vez hecho esto se tapa y se deja reposar hasta el día siguiente en la nevera

Se van haciendo las bolitas de albóndiga. Yo suelo coger una cuchara sopera para coger siempre la misma cantidad y que queden de tamaño uniforme. Después las enharinamos y las freímos en aceite de oliva un poquito para que se doren. Las sacamos y las ponemos en un plato con papel absorbente para que no queden grasientas.

Preparamos ahora una cazuela, preferiblemente baja, con un chorrito de aceite. Echaremos la cebolla picada y la zanahoria y la iremos pichando a fuego medio y echaremos 2-3 dientes de ajo picados en trozos grandecitos. Echamos una cucharada sopera de harina.

Después añadiremos perejil picado y los dos tomates que previamente habremos pelado y troceado en trozos pequeñitos, un pizca de sal (a gusto) y dejaremos que se haga un poco. A los 3-4 minutos echamos un chorrito de vino blanco (yo suelo usar verdejo) y dejamos reducir.

Echaremos ahora dos vasos de agua y medio (no hace falta que queden cubiertas las albóndigas). Añadimos media pastilla de caldo de carne y removemos bien y ponemos el fuego fuerte para que hierva.

Ahora, para quien le gusta una salsa espesita y sin tropezones se pueden sacar las albóndigas y pasarlo por la batidora y después volver a añadir las albóndigas.

Ahora ya sólo queda acompañarlas de arroz blanco y un huevo frito.