A continuación, cogemos un cuchillo muy afilado y le damos unos Cortes en forma de abanico separando cada rodaja de la siguiente pero sin separarlas de la parte de arriba de la berenjena.

Seguidamente, cogemos el otro medio limón y untamos cada rodaja por fuera y por dentro de la berenjena generosamente con zumo para que no se oxiden y al mismo tiempo nos deje un toque a cítricos.

Una vez que las tengamos todas preparadas.

A continuación, con una mano abrimos las rodajas de berenjenas y con la otra le añadimos el estragón por el interior de las rodajas y por fuera y de la misma forma, le añadimos las escamas de sal piramidal al limón con generosidad.

Seguidamente, le añadimos el diente de ajo picado muy fino por encima y por el interior de las rodajas.

A continuación, le añadimos unos chorritos de aceite de oliva virgen extra por encima de las berenjenas. El aceite de oliva en esta receta, es muy importante que lo hagamos con generosidad, porque las berenjenas nos va a absorber bastante aceite y de esta forma nos quedarán más jugosas.

Con el horno ya precalentado unos treinta minutos antes 200°C, metemos la fuente y dejamos hornear durante veinte minutos con el calor arriba y abajo según mi horno.

Pasados los veinte minutos, abrimos el horno, tiramos un poco de la fuente sin retirarla del horno y le añadimos unas cucharadas soperas más de aceite de oliva virgen extra por encima y volvemos a cerrar el horno. Reprogramamos el horno a 180°C, y dejamos hornear otros treinta minutos con el calor arriba y abajo.

Pasados los últimos treinta minutos, abrimos el horno y comprobamos si están tiernas a nuestro gusto y si es así retiramos la fuente del horno y listo.

Todavía en caliente, colocamos las berenjenas que queramos en un plato.

Sacamos la salsa semi picante de pimientos y berenjenas asadas del frigorífico bien fría.

Por último, le añadimos la cantidad que deseemos de salsa y listo para disfrutar de una berenjenas con una combinación exquisitas..