En primer lugar picaremos todas las verduritas. Acto seguido pondremos un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra (4 cucharadas aprox) en nuestra sartén donde pondremos en primer lugar la cebolla y el ajo y le daremos un par de vueltas antes de agregarle la zanahoria, la ramita de apio y el laurel. Esta receta es muy versátil así que le podéis añadir toda la verdurita que más os guste(champiñón, calabacín....)

Cuando ya tengamos la verdurita sofrita que haya perdido el agua, agregaremos la carne picada, la sal, la pimienta, el tomillo y mezclaremos a fuego medio alto con un par de vueltas. A continuación incorporaremos 1 cucharada de harina, la espolvoreamos y le volveremos a dar un par de vueltas. Será momento de incorporar el tomate frito y dar un par de vueltas

Ahora incorporaremos el vino blanco y dejaremos evaporar el alcohol hasta que la carne pierda el líquido. Será momento ahora de incorporar 1 vaso de caldo de carne a nuestra mezcla de la sartén y dejamos reducir de nuevo mientras preparamos la bechamel

Para ello pondremos el aceite en la sartén que se vaya calentando y a continuación incorporaremos la harina y removeremos hasta disolver todos los grumitos, sin dejar de remover iremos incorporando poco a poco el caldo de carne hasta que la consistencia sea la adecuada(recordad que no buscamos una bechamel líquida, sino consistente) una vez conseguida la consistencia que buscamos añadiremos orégano y nuez moscada, volvemos a mezclar y apagaremos el fuego

En la sartén donde teníamos preparada ya la carne añadiremos la mitad del queso y removeremos para que se integre bien. Será un truqui para que la carne nos quede jugosita y tras esto ya vamos con el montaje

Podemos hacerlo en un plato grande de horno o en cazuelas individuales ya que con este plato tenemos la suerte de poder congelarlo y tener apaño para otro día.
En primer lugar pondremos la base de carne, después por encima la bechamel y por último el queso por encima para gratinar(en caso de congelar no pondríamos el queso, este lo añadiríamos cuando lo sacasemos y dejasemos descongelar antes de meter al horno).

Lo meternos al horno a 200° con calor arriba y abajo hasta que el queso quede gratinado y... Listo para degustar