Quitar el rabo a los calabacines, pelarlos y cortarlos a la larga de más de 0,50 cm de espesor.

Cacerola con agua y sal, una vez empiece a hervir, poner los calabacines durante unos 5-7 minutos, no más.

Escurrir los calabacines

Preparar la salsa de tomate: Pelar y picar la cebolla, en una sartén con aceite, se pone la cebolla (+sal), una vez reblandecida (a fuego lento), se añade el tomate triturado (+sal), se deja así unos 6-8 minutos a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando. Apagar y reservar.

Untar con algo de mantequilla, la bandeja de cristal para el horno.

Ahora por capas, primero queso rallado y una capa de calabacines.

Otra vez queso rallado y para rellenar algo los huecos, puse unos caserios partidos por la mitad.

Ahora la capa con la salsa de tomate, toda por igual de espesor.

Terminar con otra capa de queso rallado y por encima las cucharaditas de mantequilla que ayudará a fundir todo el queso.

Introducir en el horno, previamente calentado a 200 ºC. Durante unos 25 min aproximadamente, verás que gratine y se haya dorado.

Bandeja recién sacada del horno.