Los muffins son muy fáciles de hacer, lo más importante es tener en cuenta dos cosas: precalentar el horno a una temperatura alta (unos 220°), y batir poco los ingredientes, mezclarlos lo justo porque si mezclamos en exceso nuestros muffins se secarán, mezclando poco conseguiremos una masa jugosa y esponjosa.

Después de la introducción, vamos al tema. Primero preparamos las frutas, aplastamos el plátano con un tenedor, rallamos la manzana (con piel mejor), hacemos trocitos pequeños con la piña, y lo mezclamos todo en un cuenco con los frutos rojos (arándanos, moras y frambuesas en mi caso) y la nueces troceadas, reservamos.

Por otro lado, tamizamos (pasamos por un colador) las harinas, la levadura, y la canela. Añadimos el coco rallado y reservamos.

Batimos, con una batidora manual es suficiente o con una cuchara, los huevos con el azúcar, añadimos la esencia de vainilla, el yogur griego y el aceite en forma de hilo, batimos hasta que quede mezclado, sin batir en exceso. Añadimos entonces la mezcla de la fruta con las nueces y mezclamos.

Por último añadimos las harinas tamizadas y terminamos de mezclar. En una rejilla en la que habremos colocado nuestra bandeja para muffins o magdalenas con las cápsulas, rellenamos con una cuchara de helado (ayuda a repartir la masa, si no, con una cuchara normal) nuestra mezcla en cada cápsula, hasta llenar las 2/3 partes de cada una.

Horneamos, ya sabéis, en horno precalentado a 220°, durante 15-20 minutos (si se os doran mucho bajad la temperatura a 200°, o incluso 180°). Sacamos del horno cuando estén listos (si al pincharlos con palillo, éste sale limpio), y enfriamos en rejilla.