Cortamos La cebolla, la zanahoria, la patata y el pollo a cubos.

Cortamos dos ajos en láminas y un poco de jengibre a trozos pequeños.

En un wok o sartén con aceite de girasol (si utilizamos de oliva daría mucho sabor) bien caliente sofreímos los ajos, el jengibre y el pollo, cuando tome color añadimos la cebolla salteamos durante uno o dos minutos a fuego fuerte.

Ponemos el caldo de pollo, aproximadamente unos 800 ml y unos 5 gr de caldo dashi, cuando rompa a hervir ponemos la zanahoria y dejamos un minuto hirviendo, añadimos la patata y lo dejamos hasta que ambas estén algo tiernas, con cuidado de que el patata no se deshaga porque sino nos quedara un puré.

Ponemos de 3 a 4 pastillas al gusto, podéis seguir las instrucciones del fabricante o rectificar poniendo más agua o más pastilla después. Removemos y lo dejamos hervir 5 minutos.

Ya lo tenemos listo, solo falta un arroz tirando a soso para acompañar nuestro sabroso curry.

Caldo Daishi* Para los japoneses este es el caldo base de muchísimos platos y se puede hacer tanto casero y utilizarlo instantáneo, que básicamente es como nuestro caldo casero de pollo y las pastillas preparadas para caldo de pollo. El daishi más típico se hace con dos ingredientes, el principal es el alga Kombu que es un buen potenciador de sabor y el segundo es katsuobushi que son virutas de bonito seco. Pastillas de curry japonés Aunque lo más cómodo es las pastillas preparadas, también se