Sopa harira vegetal

Lavar en agua fría los garbanzos cocidos y las lentejas (si las añadís, no son necesarias, aunque mejoran la sopa). Quitar la piel a los garbanzos, de uno en uno. Para que quede constancia de que lo he hecho pongo la foto correspondiente.

Cortar en trozos finos la cebolla y los dientes de ajo rehogándolos en una sartén amplia con 2 cucharadas de aceite de oliva y una pizca de sal, pudiendo añadir un par de tomates. En Marruecos suelen añadirse un par de cucharadas de mantequilla de leche reciente.

Mientras tanto machamos en un mortero las especias en cantidades al gusto aunque puede servir de referencia la medida de una cucharada de café, añadiendo media medida de cada una de ellas, salvo el cardamomo (menos cantidad) y el comino (más cantidad), aunque repito, esto al gusto de cada cual, pudiendo dar un toque personal al plato.

Cuando la cebolla va empezando a tomar color le añadimos la mezcla de especias y removemos muy bien para que queden impregnadas homogéneamente.

Sin perder un instante incorporamos el tomate concentrado y volvemos a remover todo muy bien.

Sacamos los tomates naturales del bote y con la ayuda de unas tijeras o un cuchillo los troceamos e incorporamos a la sartén, aunque podemos ir aplastando en la propia sartén a medida que se vayan haciendo.

Dejamos a fuego medio unos 10 a 15 minutos y vamos calentando el caldo de verduras o de pollo. Se puede hacer previamente o comprarlo ya preparado.

Incorporamos la fritura al caldo y rectificamos de sal si es preciso.

Dejamos que hierva unos 10 minutos y añadimos la harina previamente disuelta en el zumo de limón y con la ayuda de un poco del caldo de la sopa. Finalmente incorporamos los garbanzos, las lentejas y los fideos y mantenemos la cocción otros 15 minutos. Antes de dar por terminado el plato rectificamos si nos parece que deba resaltar alguna de las especias. A la hora de servirlo añadimos las hojas de cilantro finamente picadas.

Se puede acompañar con el típico pan marroquí, o con unos gajos de limón, e incluso dátiles o higos, depende de las calorías que podamos soportar. En cualquier caso el resultado final es magnífico.