Preparación del bizcocho:
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Batiremos las yemas y el huevo entero con varillas eléctricas hasta que tripliquen su volumen (necesitaremos de 8 a 10 minutos batiendo) ponemos a precalentar el horno a 180 grados y como vamos a hacer una cocción a baño María colocaremos dentro del horno una bandeja en la que quepa nuestro molde de bizcocho con agua caliente suficiente para que cubra la mitad del molde, una vez que tengamos bien montada la mezcla paramos la máquina y le añadimos poco a poco la maicena tamizada previamente y mezclamos con movimientos envolventes, vertemos la mezcla en el molde que ya tendremos preparado con papel de hornear en el fondo y bien enmantequillado, horneamos de 20 a 25 minutos a 180 grados comprobando la cocción pinchando con un palillo si sale limpio ya lo tendremos bien hecho, sacamos del horno y preparamos el almíbar para regar el bizcocho cuando aún este caliente o tibio.

Preparación del almíbar:
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Ponemos el azúcar en un cazo y le añadimos el agua (podemos dar sabor al almíbar con una piel de limón y un palo de canela esto es opcional) cuando comience a hervir dejamos cocer a fuego medio durante 4 a 5 minutos, solo queremos que tenga un poco de espesor, apagamos el fuego y esperamos a que este tibio, pinchamos el bizcocho con una brocheta por toda la superficie y regamos con el almíbar poco a poco hasta que se lo echemos todo, cuando este frio lo cubrimos con papel de aluminio y dejamos reposar durante 12 horas o de un día para el otro, la crema de yemas la haremos cuando haya pasado todo el tiempo de reposo.

Preparación de la crema de yema cocida:
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Ponemos en un cazo el azúcar y lo cubrimos con agua, ponemos a fuego medio y cuando rompa a hervir dejamos cocer durante 3 a 4 minutos hasta que tenga un poco de espesor el almíbar, mientras se hace el almíbar vamos batiendo las yemas con varillas eléctricas hasta que tripliquen su volumen, dejamos enfriar un poco el almíbar (unos 3 minutos) y se lo vertemos poco a poco a las yemas sin parar de batir hasta incorporarlo por completo, seguimos batiendo por espacio de unos 8 minutos más hasta que se vea una mezcla espesa y firme, pasamos la crema a un bol apto para microondas y la vamos cociendo a pequeños espacios de tiempo de 30 segundos a máxima potencia y removiendo muy bien con varillas, tras cada tiempo de cocinado y así lo haremos hasta que la crema espese, esperamos a que se enfrié un poco cubierta con papel film.

Montaje de la tarta:
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Desmoldamos el bizcocho y lo colocamos en la bandeja de servir, le repartimos bien la crema de yemas por encima cuando este aún caliente porque así nos resultara mucho más fácil repartirla uniformemente, dejamos dentro de la nevera unas horas antes de terminar nuestra receta.
Repartimos por encima de la tarta una capa de azúcar glas generosa y le marcamos las típicas líneas de azúcar quemado con un quemador dando forma de rombos y si no disponemos de quemador las podemos hacer con una brocheta de metal calentada sobre el fuego de gas y si no disponéis de ninguna de las dos cosas dejar solo la capa de azúcar que también quedara preciosa, así ya tendremos nuestra tarta capuchina tradicional pero podemos decorarla con nata montada o crema de leche batida si nos apetece o también con un merengue suizo como he hecho yo en cualquier caso queda riquísima. Probadla os va a encantar.