Galletas tipo reglero

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Santiago de Compostela

Aún ahora me cuesta creerlo, pero estas galletas tienen un sabor casi casi igual que las compradas, con la diferencia d que en estas tenemos controlados todos sus ingredientes.

Y precisamente en los ingredientes es donde radica lo bueno de estas galletas. Que valen para aquellos que tengan algún tipo de alergia a la lactosa, pues no lleva ni leche, ni mantequilla ni ningún ingrediente con este componente.

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Ingredientes

  1. Ingredientes:
  2. 300 grsharina
  3. 150 grsazúcar
  4. 160 grsaceite de girasol
  5. 150 grsalmendra molida
  6. 1 cucharaditabicarbonato
  7. 1 cucharaditalevadura
  8. 0.5 cucharaditavainilla en polvo
  9. 0.5 cucharaditacanela
  10. 1 pizcamuy pequeña de sal
  11. Para la cobertura:
  12. 1clara de huevo
  13. 150 grsazúcar glass
  14. Unasgotas de zumo de limón
  15. 2 onzaschocolate negro al 70%
  16. La yema de huevo batida

Paso a paso

  1. 1

    Para hacer la masa de las galletas mezclamos todos los ingredientes y amasamos hasta formar una masa compacta que no se deshaga fácilmente. La envolvemos en un film transparente y la metemos en la nevera sobre una hora.

  2. 2

    Mientras tanto, vamos haciendo la cobertura de las galletas. Por un lado haremos una glasa real. Para ello batimos muy batida la clara, hasta que se mantenga firme aún dando la vuelta al bol. Añadimos las gotas de limón y vamos agregando, poco a poco y sin dejar de batir (aunque a baja potencia) el azúcar. Una vez que hayamos acabado todo el azúcar, separamos la mitad de esta glasa.

  3. 3

    En un cazo al baño María pondremos el chocolate para que se deshaga. Lo separamos del fuego una vez que esté totalmente derretido. Dejamos que enfríe un rato y lo mezclamos con la otra mitad de la glasa. Removemos bien y reservamos para adornar las galletas.

  4. 4

    Ya pasada la hora, y con la masa fría, la pondremos entre dos láminas de film transparente y estiramos con un rodillo. Cortamos con los cortapasas y adornamos con la decoración que hayamos elegido: la glasa, la glasa con chocolate o la yema de huevo batida. Las pondremos bastante separadas (ya que se extienden) sobre un papel sulfurizado en una bandeja para horno y las iremos metiendo con el horno precalentado a 200ºC. A los diez minutos comprobamos que estén. Esto se sabe si vemos que han alcanzado un tono tostado.

  5. 5

    Cuando estén listas las retiramos y las dejamos enfriar en una rejilla. Las guardamos en una lata de galletas. Aguantan una semana (siempre y cuando no den con ellas los parientes). Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Comentarios

Marieta
Marieta @maria_marieta
eres una artista, me encantan estas galletas. Mi abuela las tenía siempre en la mesita baja de la salita para merendar :) Era el "pecado" de ir a ver a la abuela jejeje

Escrita por

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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