Empezaremos a preparar nuestro bizcocho, tamizando la harina y la levadura, añadiremos la pizca de sal y el cacao y removeremos ligeramente, para que se mezclen los ingredientes sólidos.

Batiremos la mantequilla con el azúcar, con la ayuda de una batidora, añadiremos 1 huevo, seguiremos batiendo y no añadiremos el siguiente hasta que tengamos el anterior, completamente integrado; así, hasta que tengamos los 3 huevos, correctamente integrados.

Incorporaremos poco a poco la mezcla de harina, leche y aceite e iremos batiendo, hasta que estén todos los ingredientes integrados y hayamos conseguido una mezcla fina y compacta.

Precalentaremos el horno a 180º.

Verteremos la masa en un molde previamente engrasado y daremos unos ligeros golpecitos contra la encimera, para que se asiente bien la masa y no quede aire en el interior del bizcocho. Lo introduciremos en el horno, durante 30 a 40 minutos, el tiempo dependerá de vuestro horno.

Antes de retirarlo del horno, utilizaremos un palillo para pinchar el centro del bizcocho, así comprobaremos si está hecho por dentro, ya que debe salir seco.

Una vez hecho, lo retiraremos del horno y lo dejaremos templar, lo desmoldaremos y dejaremos terminar de enfriar sobre una rejilla

Cuando esté frío, lo partiremos en tres pisos, en la base de cada uno pondremos con la ayuda de una cuchara o espátula, mermelada de naranja (en este caso, hemos usado mermelada de naranja amarga, que tiene trozos de piel de naranja, en el caso que no os guste, podéis utilizar cualquier otra mermelada: fresa, melocotón, arándanos).

A medida que tengamos la mermelada untada en cada base, iremos montando el bizcocho y reservaremos en la rejilla.

Una vez esté frío el bizcocho, empezaremos a preparar la cobertura.

Para empezar a preparar la cobertura de nuestro bizcocho, pondremos al baño María la mantequilla y cuando esté deshecha, añadiremos el chocolate troceado, removeremos para ayudar a que se deshaga y se integre con la mantequilla.

Cuando lo tengamos correctamente integrado, lo dejaremos templar y lo esparciremos sobre el bizcocho, lo alisaremos con la ayuda de una espátula y lo dejaremos enfriar.

Batiremos el azúcar glass junto con la mantequilla fría, primero a baja potencia, y luego a máxima potencia, hasta que se forme una crema densa y compacta.

Desharemos el chocolate al baño María, cuando esté tibio, lo añadiremos a la crema de mantequilla, muy poco a poco, sin dejar de batir, hasta que esté completamente integrado.

Es muy importante que añadáis el chocolate tibio, ya que si está caliente, puede quedar demasiado líquida y estropearía la decoración.

Pondremos la crema de chocolate en una manga pastelera, con la boquilla que más os guste (nosotras hemos utilizado la boquilla en forma de estrella) e iremos decorando nuestra tarta, de la forma que más os guste.

¡Espero que os animéis a prepararlo, ya que queda delicioso!