Pesar y medir todos los ingredientes, tanto para la masa y el Tang Zhong. Antes de empezar con la masa, preparamos el roux colocando los 330 ml de leche + 65 g de harina en un cazo y llevándolo a fuego bajito sin dejar de remover (no debe hervir). Cuando esta mezcla tome consistencia bajamos el cazo del fuego y dejamos enfriar.

Mientras, disolvemos la levadura en la leche, con una cucharada de azúcar y tres de harina, cubrimos y dejamos reposar unos minutos, hasta que se forme una esponja.

Hacemos una corona con la harina y la sal, colocar la esponja en el centro, junto con el azúcar restante e ir integrando la harina, cuando se forme una masa, añadimos el tang zhong asegurándonos de que todo quede bien integrado, por último agregamos la manteca, que debe estar a temperatura ambiente, y el agua, que vamos agregando de a poco, según pida la masa.

El último paso, es el amasado, esta masa es más suave en cuanto más amor le damos al amasar. Cuando la masa quede lisa, pesamos y dividimos en 4 bollos iguales, y dejamos reposar cubiertos con un plástico o una bolsita (pero asegurándonos de que no le entre aire) hasta que doble volumen.

Una vez que los bollos leven, desgasificamos la masa y estiramos con un rodillo dándole una forma ovalada, luego la enrollamos sobre sí misma, dándole la forma previa al horneado.

Cuando doblen su volumen, pincelamos con el huevo, o la mezcla de aceite, según el gusto y horneamos por 25 minutos aproximadamente. Podemos decorar con lo que nos guste, semillas, queso, especias. También rellenarlo, en este caso, como era un pedido especial, rellené con salsa bechamel, jamón y queso muzzarela. Espero que se animen a preparar estos panes, son realmente deliciosos y se mantienen esponjosos durante varios días gracias a la técnica del Tang Zhong.