Ojitos

Envolver la masa con un film transparente y dejarla reposar en la nevera durante media hora.

Precalentar el horno a 220 grados.
Forrar una bandeja con papel sulfurizado.
Una vez que la masa ha reposado retirala de la nevera.
Ir estirando la masa con un palote de amasar hasta que tenga 1/2 centímetro de espesor.

Acomodar los discos en la bandeja y cocinarlos durante unos 10 minutos hasta que tomen un ligero color dorado (cuidado que no se quemen), no hay que dejarlos muy blancos, quedan más ricos cuando tienen colorcito.
Retirarlos del horno y dejarlos enfriar muy bien.
El tiempo de cocción puede variar dependiendo de la manera de cocinar de vuestro horno personal.

Una vez que salen del horno dejarlos enfriar muy bien. Una vez que están fríos, poner azúcar glas en un colador fino.
Acomodar los aros en un plato y espolvorearlos con azúcar glas.

Acomodar los discos con la parte plana hacia arriba, untarlos con una cucharadita de dulce de leche y en el centro un poquito de jalea o mermelada.

Cubrir con un aro previamente espolvoreado con azúcar glas.

Guardarlos en un tupper con tapa y ponerlos en la nevera durante por lo menos unas 5 horas antes de consumirlos para que cojan la textura ideal.
Lo mejor es de un día para otro.