El día anterior(luego explico por qué), hacemos el salteado. En una sartén tipo wok salteamos con un par de cucharadas de aceite la cebolla, el puerro picadito a fuego medio. Mientras, cortamos la calabaza en dados y la cocemos en microondas en un recipiente tipo Lékué o apto tapado con film, durante 3-4 minutos a máxima potencia. Añadimos a la sartén la calabaza y las espinacas crudas, se irán haciendo rápidamente por el calor. Salpimentamos y reservamos en un táper en la nevera.

El día en cuestión. Hacemos primero la base: en un recipiente bien profundo ponemos las harinas(en aclaraciones escribo sobre ello), la mantequilla en dados bien fría y vamos mezclando con las manos hasta alcanzar textura como de unas migas. Añadimos entonces el agua e integramos con las manos hasta que se haga una bola. Lo colocamos sobre film transparente y con el mismo film vamos plegando como en la foto. Ya bien tapado, lo metemos en la nevera unos 30 minutos.

Mientras reposa la masa, ponemos el salteado que hicimos el día anterior en un colador grande para que elimine el exceso de líquido. Pongo más fotos de nuestra masa

Pasado el reposo, sacamos nuestra masa, la ponemos entre dos papeles de hornear y toca hacer brazo, estiramos bien, tiene que estirarse para un molde de 28cm de diámetro.

Una vez estirada, la colocamos con cuidado sobre el molde, dejando uno de los papeles de hornear debajo, para luego desmoldar con más facilidad. Colocamos la masa, presionando los bordes, y plegando el sobrante de masa, hasta que quede cubriendo el molde entero. Introducimos en nevera otros 30 minutos para que no se retraiga luego en el horno.

En esos 30 minutitos de espera, preparamos la mezcla de dentro. En un bol amplio batimos los 2 huevos, añadimos la leche evaporada, el salteado de las espinacas, el queso troceado, una cucharada de levadura nutricional y un poco más de orégano, si os apetece. Y reservamos en la nevera.

Toca hornear nuestra base un poquito antes de meterle el relleno, en horno precalentado a 180°, pinchamos la masa con un tenedor varias veces, y colocamos encima papel de hornear y peso, en mi caso garbanzos crudos, podéis usar cualquier legumbre seca. Y horneamos primero 10 minutos con el peso, y luego 5 minutos más sin nada. Sacamos del horno y dejamos enfriar en rejilla 5 minutillos antes de añadir el relleno.

Vamos a montar finalmente nuestra quiche!: primero colocamos las lonchas de pavo y encima, con cuidado, nuestra mezcla anterior del salteado, huevos, leche y queso. Repartimos todo bien con una cuchara, esparcimos por encima el queso rallado y al horno!180° durante 30-40 minutos hasta que la superficie se vea cuajada y dorada. Podéis poner un poco de grill al final para dorar el queso de superficie. Con cuidado que no se dore mucho, a mi se me fue un poco tiempo.

Sacamos del horno pasado ese tiempo y dejamos enfriar en rejilla antes de desmoldar, y luego sólo queda, disfrutar!no tengáis miedo con tantos pasos, es más porque prefiero explicar todo bien, luego es más fácil de lo que parece.

Aclaraciones sobre las harinas, yo he puesto mezcla de espelta y trigo integral, con harina de garbanzos, maíz y avena. Ya os he escrito que podéis usar las harinas que tengáis, que en estos días son difíciles de encontrar. Os recomiendo que probeis la de garbanzos y maíz en esta base, da un aroma y sabor característico, como de fruto seco, y el sabor es muy rico.

La base, masa quebrada, se puede hacer también con aceite, sólo habría que ajustar las cantidades, para 250 g de harina, con 65-70 g de aceite vale, y de agua ir echando hasta conseguir la bola homogénea. El agua siempre fría y la mantequilla para evitar que luego en el horneado se retraiga la masa, lo mismo ocurre con la manipulación, cuanto menos amasemos, mejor.

Relleno: he puesto ese, pero imaginación al poder. La levadura nutricional sólo es por el aporte nutricional y para espesar un poco, como apunte, deciros que da un saborcito a queso.Y en cuanto al queso, podéis poner el que más os guste, con feta queda divino. Lo más importante es intentar eliminar el exceso de líquido del salteado, para que no ablande la masa. Y esa es la idea de añadir las lonchas de pavo, y hacerlo el día anterior para ponerlo frío y evitar que la base se reblandezca.