Si queremos potenciar el sabor a queso de nuestra tarta podemos añadir una loncha de queso fundido tipo tranchete, o bien ponerle 250 gr de queso crema para untar.

Lo primero es echar en el vaso de la batidora los huevos, el yogur, el queso crema, el azúcar moreno y por último el turrón desmenuzado. Lo batimos todo hasta conseguir una mezcla fina y sin apenas grumos. Así de sencillo.

Elegiremos un molde de entre 28 y 32 cm de diámetro, así nos quedará una tarta más fina y se nos hará antes en el horno.

Precalentamos el horno a 180 grados y lo horneamos durante 45 minutos una vez dentro la tarta. Los últimos quince minutos la cubrimos con papel de plata para que no se tueste en exceso por arriba. Si no usamos un molde de silicona lo untamos antes de verter la masa con mantequilla. Como veis no se pega nada.

Y listo, la dejamos enfriar a temperatura ambiente y disfrutar. Os recomiendo servir porciones pequeñas ya que con las almendras harta más. Dura una semana en el frigorífico. Buen provecho.