Red Velvet con relleno de lemon curd y buttercream de queso

Preparar la buttermilk en primer lugar. Para ello hay que cortar la leche con el zumo de limón. Pon la leche en un recipiente y añade el zumo de limón. Remueve un poco y deja en reposo mientras sigues con la preparación del bizcocho. La leche adquiere un aspecto cortado. Es normal y no pasa nada.

Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

Pon en un bol los huevos y el azúcar y bate con unas varillas eléctricas hasta que hayan blanqueado y doblado su volumen.

Ahora añade la mantequilla y sigue batiendo hasta integrar. Por último añade la vainilla y mezcla bien.

Añade el vinagre al buttermilk que tenías reservado y después pon la cucharadita de bicarbonato. Remueve un poco con la cucharita y reserva.

En otro bol, pon la harina y mezcla junto al cacao y la sal.

Vierte la mitad de la mezcla líquida en el bol donde están lo huevos batidos. Verás que la mezcla parece que se corta. No pasa nada, es normal y luego se arregla. Luego la mitad de la mezcla de harina y cacao. Bate a velocidad suave. Después añade la otra mitad de buttermilk y acaba con el resto de harina y cacao. Mezcla todo bien. Y por último añade el colorante rojo. Ve poniendo poco a poco hasta que tenga un color rojo intenso.

Prepara tres moldes redondos de 15 cm de diámetro. Forra con papel la base con papel y las paredes. Reparte la masa de bizcocho a partes iguales en los tres moldes.

Al meter en el horno baja la temperatura a 170ºC y hornea así aproximadamente 40 minutos. Recuerda pinchar con un palito para comprobar que esté cocido el bizcocho por dentro y si no fuera así, prolonga unos minutos más la cocción antes de comprobar de nuevo.

Llegado este punto, podemos seguir con la receta o bien seguir otro día. En este caso debes cubrir muy bien los bizcochos con film para que mantengan la humedad y guardarlos para el día siguiente o bien congelarlos si vas a tardar más tiempo en seguir con la tarta.

Para preparar el lemon curd pon en un cazo los huevos batidos ligeramente y añade el azúcar, el zumo de limón y la ralladura. Mezcla y pon a fuego bajito. Hay que remover constantemente. También lo puedes hacer al baño maría para controlar mejor la temperatura porque hay que evitar que llegue a hervir. Yo lo hago así.

Una vez espese aparta del calor y añade la mantequilla. Mezcla bien y cubre con film a piel para que no se forme costra. Deja enfriar a temperatura ambiente y guarda en la nevera.

Es momento de preparar la buttercream de queso. En primer lugar debemos poner la mantequilla en un bol y batirla con las varillas para que se vuelva más cremosa.

Acto seguido debes ir añadiendo el icing sugar poco a poco, en tandas de unos 100 gr y no añadir más hasta que no se haya integrado. Así quedará mejor que si la echas toda de golpe. Si ves que llega un punto en que está muy dura, añade el queso y bate, pon también el zumo de limón y la ralladura. Acaba de añadir el icing sugar restante y acaba de batir hasta que se vea una crema sedosa. Pasa a una manga pastelera con boquilla. Yo voy a utilizar una rizada.

Para montar la tarta, coloca uno de los bizcochos en el plato o bandeja donde lo vayas a servir. Haz montoncitos de buttercream por todo el borde y rellena el centro con lemon curd. coloca encima el segundo bizcocho y repite la operación. Finaliza con el tercer bizcocho y cubre toda la superficie con más montoncidos de buttercream.

Puedes ajustar las cantidades y hacer la mitad de los ingredientes para hacer una tarta más pequeña con sólo dos pisos.