Cupcakes de limón con buttercream

Lo primero comenzamos haciendo el lemon curd, porque es importante que se enfríe bien antes de utilizarlo. Para ello ponemos un cazo al baño maría y le añadimos el zumo colado de los 3 limones, la ralladura de los limones, la mantequilla y el azúcar hasta que se derrita bien. Entonces añadimos los huevos batidos y el azúcar glaçé, dejamos a fuego bajo y removemos de vez en cuando durante al menos 15 min. Cuando tenga la consistencia deseada apagamos y guardamos en un tarro en la nevera para que se enfríe.

Comenzamos a hacer la masa de los cupcakes, para ello separamos las claras de las yemas. Montamos las claras y las reservamos para añadir más adelante.

Mezclamos las yemas con el azúcar muy bien hasta que se queden como en la foto. Cuando esté listo añade el aceite y la ralladura de limón

Para preparar el buttermilk casero solo es necesario añadirle una cucharada de zumo de limón a la leche y dejarlo reposar uno 10 minutos. El resultado es como de yogur y el olor parecido. Cuando esté listo se añade a la mezcla anterior.

En un bol a parte tamizamos la harina con la levadura, y mientras la batidora va mezclando con las varillas a velocidad baja la vamos añadiendo poco a poco, para que se mezcle bien y no queden grumos que puedan hacer que la masa no quede esponjosa.

Una vez todos los ingredientes mezclados, el resultado será este, una masa uniforme y homogénea.

Por ultimo, añadimos las claras que las teníamos montadas previamente, esta vez lo hacemos con una lengua pastelera y con movimientos envolventes poco a poco para que las claras no se desmonten y quede una masa aireada.

Añadimos la masa en las cápsulas de cupcakes, llenamos a 2/3 del total porque no queremos que se salgan, más bien deben quedar lisitas para quitar lo menos posible a la hora de decorar.

Metemos al horno la bandeja en la posición más baja con calor arriba y abajo, a 175-180º durante unos 20 min. Hay que estar muy pendientes para que no se quemen y no suban de una y se nos bajen luego. Como veis así crecen poco a poco de manera muy uniforme que es lo que buscamos a la hora de hacer unos cupcakes.

Mientras se hacen preparamos el buttercream, para ello echamos en la batidora la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar glaçé tamizada (para evitar grumos), mezclamos con las varillas a máxima potencia. Cuando ambos ingredientes estén bien mezclados añadimos el queso crema y continuamos a potencia alta unos minutos hasta que consigamos una crema ligera y sin grumos, guardamos en la nevera hasta que la usemos. Cuando estén listos los cupcakes los sacamos y dejamos en la bandeja 5 minutos.

Pasados esos 5 minutos los sacamos y dejamos en una rejilla, o algún soporte que tenga huecos abajo para que terminen de enfriarse por completo.

Para decorar cortamos la punta del muffin y añadimos el buttercream con una manga pastelera haciendo un círculo por la parte exterior, dando tantas vueltas como queramos. En el interior rellenamos con lemon curd y dejamos un poco por fuera, en la parte central. Finalizamos con un arándano o con lo que queráis vosotros, esta es mi sugerencia.

Yo hice 20, o sea que hice doble de masa de muffin porque hice 12 en cápsulas normales y 8 en otras cápsulas más altas. Pero las medidas que os doy son para 12. Si no se van a consumir en el momento, guardar en un lugar fresco o en la nevera.