La crema pastelera esta vez tenía dos diferencias con la receta que os vinculo: la primera, es que no la infusioné en caliente, sino que puse la canela y la piel de limón en la leche y dejé toda la noche en la nevera. Al día siguiente hice la crema normalmente. Y la segunda, es que una vez fuera del fuego, le añadí una nuez de mantequilla.

Parto de la masa brioche que os vinculo y he hecho muchas veces. Nos quedamos en la parte cuando la sacamos de la nevera al día siguiente. Solo necesitamos dos pequeñas bolas para dos moldes de 12 cm que he utilizado.

Pintamos con una mezcla de huevo y leche el brioche de alrededor y horneamos hasta que esté doradito.

Sacamos del horno y mientras dejamos que se enfríe hacemos la manzana.

Ponemos en una sartén el azúcar a fuego suave y cuando se forme el caramelo añadimos la mantequilla.

Cuando se deshaga añadimos la manzana bien lavada pero sin pelar a daditos pequeños.

Añadimos también el aroma de vainilla o las semillas si tenéis en vaina y salteamos durante 4 o 5 minutos.

Sacamos a un bol y añadimos la mermelada de melocotón y dejamos que se enfríe.

Desmoldamos el brioche y ponemos encima de la crema el mismo aro que utilizamos para congelarla. Dentro de él ponemos una capa de manzana y apretamos ligeramente.

Guardamos una hora en la nevera para que cuaje un poco.

A la hora de servir ponemos azúcar glass por los lados y a disfrutar.