Ensalada fría de lentejas

Sí, soy egoísta, aunque me gustaría no serlo.
¿Irremediable? Espero que no, pero es que es una lucha constante: tentaciones, caídas, resurgir pero tropezar de nuevo.
Sí, soy egoísta, porque tengo por dar, pero siempre me quedo con algo y no lo puedo evitar —en realidad, ni siquiera sé si quiero—.
Sí, me cuesta muchísimo desprenderme de lo mío, pero lo daría a quien me lo pidiera.
A veces pienso que vaya juerga es esta: esto de dar y dar …y que no se acaba... y he ahí; aquí está mi egoísmo, asomando la nariz.
Sí, soy egoista en lo más importante, en lo inmaterial, en mí misma, porque lo de dejar un bolso, una barra de labios sin estrenar, la última chaqueta de moda (que he comprado), la sal al vecino... eso no me cuesta nada. Lo que me cuesta es dar lo que soy y darlo con una sonrisa.
Una lucha diaria, mi caballo de batalla.
Pero siempre soy capaz de dar lo que me piden.

#LegumbresFest