Bizcocho diente glaseado

Batir la margarina y el azúcar en un bol hasta obtener una mezcla esponjosa y de color pálido.

Incorporar los huevos, uno a uno, mientras se los va batiendo hasta que la mezcla quede cremosa.

Mezclar las harinas con el polvo de hornear y añadirlas a la preparación anterior en forma de lluvia sin dejar de batir.

Agregar la ralladura de limón y mezclar.

Verter la preparación en un molde cuadrado previamente enmantecado y enharinado.

Cocinarla en horno precalentado, a temperatura moderada (180º C), hasta que quede dorado. Para saber si el bizcocho ya está listo pincharlo en el centro con un cuchillo, éste debe salir limpio. Retirar el bizcocho del horno, dejarlo enfriar a temperatura ambiente y desmoldarlo.

Con un cuchillo fino cortarlo cuidadosamente dándole la forma de un diente. Colocarlo dado vuelta sobre una rejilla de horno con una asadera abajo y reservarlo. Preparar el almíbar hirviendo en una cacerolita el agua mezclada con el azúcar y el zumo de limón hasta que se reduzca hasta la mitad y quede ligeramente espeso. Dejarlo enfriar y verterlo a cucharadas sobre la superficie del bizcocho para humedecerlo.

Una vez que el almíbar fue absorbido por el bizcocho darlo vuelta colocándolo sobre la rejilla nuevamente. Aparte, preparar el glaseado mezclando en un bol el azúcar glas con las claras de huevos y el zumo de limón. Debe quedar muy blanco, cremoso y brillante. Verterlo sobre el bizcocho dejándolo caer por los lados.

El bizcocho debe quedar compleatamente cubierto de glaseado, tanto su superficie como sus lados. Enfriarlo en la nevera hasta que se endurezca y se seque.

Con mitad de fondant blanco hacer el pomo del dentífrico con un poco de pasta saliendo de él, y a un lado su tapita. Los brazos y las manos del diente también se hacen con fondant blanco. Todo se modela con las manos. Se pegan al glaseado humedeciendo su base con agua.

Hacer el cepillo de diente con fondant de dos colores.

Los ojos se hacen con tres colores de fondant. Se modelan y se cortan las tres partes que forman cada ojo. Se pegan una sobre otra humedeciédolas ligeramente con agua. Una boca grande y sonriente aportará gracia y alegría a la carita.

Enfriar el bizcocho en la nevera hasta el momento de servirlo.