Primero dejamos en remojo en agua fría los fideos. Los dejamos allí hasta el momento de emplatar. Esta es una manera que aprendí viendo programas de cocina, con la que no se pasan los fideos ni tampoco se pegan. Pero si en el momento de empatado os parece que no llegan a ser lo suficientemente blandos se pueden saltear uno o dos minutos en una cucharada de aceite de girasol.

En un cuenco mezclar los ingredientes de la salsa. Reservar

Cortar las verduras en juliana.

Saltear con media cucharadita de azúcar y sal en aceite muy caliente hasta que se ablanden. En un wok las tenemos listas en 3-4 minutos si te gustan al dente. En sartén convencional necesitas unos 6-7 minutos a fuego medio alto.

El tofu lo cortamos en tiras finas y le espolvoreamos con una cucharadita de cúrcuma, otra de sal y una de azúcar. Le chorreamos una cucharada de aceite de oliva, lo mezclamos con cuidado para que no se rompan las tiras de tofu y las freímos en sartén muy caliente antiadherente.

A la verdura salteada le añadimos el brócoli cocinado al diente (en agua con sal hirviendo durante unos 10-15 minutos) y la salsa que hemos preparado al principio. Mezclamos con cuidado para no romper los ramietes, tapamos y cocinamos a fuego medio bajo 5 minutos más.

A la hora de emplatar escurrir los fideos y antes de colocarlos en el plato apretar entre la palma de las manos para quitar el resto de agua que podrían retener. Cubrir con salsa y las verduras y por último colocar las tiras de tofu.

Buen provecho