Precalentar el horno con calor de arriba y abajo a 190 grados.

Forramos un bandeja de horno con papel de hornear.

Cortamos la plancha de hojaldre en 12 trozos del mismo tamaño (necesitaremos tres para cada ración). Trasladamos los trozos a la bandeja de horno y cubrimos con otra hoja de papel sobre la que pondremos otra bandeja de horno para que haga de peso y así evitar que el hojaldre suba al hornearse.

Hornearemos unos 15-18 minutos o hasta que veamos que está doradito. Trasladar a una rejilla para que se enfríe y reservamos.

Pelar y descorazonar las manzanas. Cortar por la mitad y hacer gajos de aproximadamente medio centímetro de grosor.

En un una sartén grande poner el agua, el azúcar moreno y la mantequilla a fuego suave. Ir removiendo hasta que se haya integrado todo bien.

Echar encima los gajos de las manzanas y mezclar bien.

Cocer a fuego bajo durante 15 minutos o hasta que estén blanditas. Enfriar por completo y reservar.

Para la crema de mascarpone, poner el queso, el azúcar glass y la vainilla en un bol y mezclar bien con unas varillas.

Por otro lado semimontar la nata y luego incorporarla a la mezcla de queso con movimientos envolventes. Pasar a una manga pastelera y reservar en la nevera hasta que vayamos a montar el postre.

Para montar el postre ponemos un trozo de hojaldre y sobre él hacemos montoncitos de la crema pastelera. Encima ponemos una capa de manzanas. Cubrimos con otra capa de hojaldre y repetimos el relleno igual que anteriormente. Para finalizar ponemos el último trozo de hojaldre, ponemos crema de mascarpone y podemos espolvorear con azúcar glass y un poco de canela.