Primero ponemos en un bol la leche tibia con la levadura, dejamos reposar apenas un par de minutos. En otro bol más grande añadimos la harina, hacemos un hueco en el medio y agregamos la leche con la levadura.

Añadimos la manteca, el azúcar, los huevos y en el borde sobre la harina ponemos la sal.

Comenzamos a mezclar hasta integrar todo y formamos un bollo que amasaremos de 8 a 10 minutos. Ponemos en un bol, sellamos con papel film y dejamos leudar hasta que crezca, más o menos entre una hora y hora y media.

Pasado el tiempo lo sacamos del bol, apretamos un poco y formamos 8 bollitos. Los ponemos en asadera levemente aceitada, los aplastamos un poco dando la forma y que queden más o menos del mismo tamaño. Los tapamos y dejamos leudar nuevamente por media hora o hasta que vean que crecieron bien.

Ya leudados los pintamos con huevo batido y le ponemos semillas de sésamo a gusto. Llevamos a horno precalentado y cocinamos a 170 grados por media hora. Cuando estén dorados pueden pinchar apenas con palito de madera y confirmar que salsa seco.

Dejamos reposar 10 minutos en la bandeja y los sacamos, si tenemos rejilla para dejar enfriar es lo mejor, para que no se pongan húmedos en la base. Y luego preparar unas ricas hamburguesas caseras y a disfrutar de nuestro pan hecho en casa!