Ponemos a cocer la pechuga de pollo y cuando esté trocear y reservar

Mientras nos ponemos hacer la salsa de tomate: cortamos la cebolla, ajo y tomate (no muy pequeño) lo salpimentamos al gusto y lo dejamos a fuego lento hasta que veamos que se queda como una papilla

Cuando lo tengamos lo pasamos con la batidora y luego por el chino para eliminar todas las pieles y semillas. Reservamos

En una sartén con un poco de aceite poner las espinacas con sal al gusto y las almendras crudas a las que habremos quitado la piel (1 min en agua hirviendo y salen solas) y troceadas, no muy pequeñas para que se noten al comer

Cuando casi estén las espinacas añadir 4 cucharadas de harina y remover rápidamente (para que no se queme) ir añadiendo poco a poco la leche hasta conseguir una crema.

Ahora la bechamel: es igual que el paso anterior pero sin las espinacas ni almendras, es decir, en un poco de aceite añadir el harina restante y sal al gusto, movemos rápidamente para que no se queme, añadimos poco a poco la leche hasta conseguir una crema

Cuando ya tengamos todo listo vamos a cocer las láminas de lasaña. Yo este paso me lo salto ya que compro unas que no necesitan cocción

Montamos. Yo lo hago asi: en una fuente para horno pongo en el fondo láminas de lasaña (las que hagan falta para cubrir) capa de salsa de tomate, capa de pollo, capa de salsa espinacas, mozzarella (en rodajas finas) y repito hasta que me quedo sin ingredientes o la fuente dé de si. La última capa la hago así: láminas de lasaña, bechamel (sin espinacas) y queso rallado

Metemos al horno (el que habremos precalentado) hasta que se gratine el queso

Si me quedo sin salsa de espinacas y almendras uso la bechamel. Y listo para comeeeeerrrrrr 😉