Strudel de manzana, arándanos y nueces

Hay que pelarlas y cortarlas en daditos pequeños así quedará mucho más agradable al paladar. A continuación las ponemos en la sartén con la margarina y las vamos salteando a fuego medio.

Transcurridos unos cinco minutos, cuando veamos que los arándanos se han hidratado y crecido, es el momento de añadir el azúcar y la canela. Cuando empiece a caramelizar en unos minutos ya tenemos lista nuestra compota de manzana para el relleno.

En la receta clásica se le añade a la masa de hojaldre un poco de pan rallado para que absorba el exceso de humedad del relleno, pero yo le he puesto muesli crujiente triturado, más saludable y bueno de sabor. También le añado un poco a la compota. Y por supuesto completar el relleno con las nueces peladas y troceadas.

Si no tenemos muesli crujiente o granola, una buena alternativa es ponerle tres galletas María machacadas. Lo disponemos en la lámina de hojaldre como vemos en la imagen y colocamos el relleno del strudel.

A continuación le damos forma trenzada al pastel como se indica en las fotos. Es muy sencillo de hacer y queda muy estético.

Solo necesitamos un poco de paciencia e ir trenzando tira a tira cuidadosamente.

Procuraremos sellarlo lo mejor posible para que no se nos salga el relleno.

Por último solo tenemos que pintarla con la yema de un huevo con un pincel de cocina. Y le esparcimos azúcar moreno por encima, así lucirá mejor.

Precalentamos el horno a 170 grados y lo horneamos durante unos 20 minutos hasta que veamos que esté dorada la base y la superficie.

También es usual espolvorear una vez horneado con azúcar glass. Nosotros preferimos con azúcar moreno antes del horneado.

Una vez fuera del horno lo dejamos reposar unos minutos y cuando esté templada ya estará lista para cortarla y servir.

Espero que os guste esta combinación de ingredientes tan ricos y saludables. Buen provecho a todos.